Soy hiperactivo

¿Porque soy así?

La vida es demasiado corta: No quieres arrepentirte y quieres hacer todo en un tiempo récord. Tu agenda siempre está llena, hasta el punto de estallar, porque te dedicas a mil actividades.

¡Pero ten cuidado! A fuerza de querer hacer y probar todo, se arriesga ni siquiera a tener tiempo para disfrutar de sus placeres. No puede acumular activos y, al mismo tiempo, disfrutarlos de verdad. Algunas ocupaciones merecen ser saboreadas con calma. Si vas demasiado rápido, corres el riesgo de no disfrutar de la vida.

No te gusta no hacer nada: Para ti, no movimiento = muerte, nada. No entiendes a la gente que se levanta tarde, que puede quedarse quieta y no hacer nada en la playa o, peor aún ... ¡echarse una siesta! Crees que dormir o descansar es una pérdida de tiempo.

¡Pero ten cuidado! El cuerpo es una máquina que, de vez en cuando, necesita descansar para recargar las pilas y empezar con buen pie.

No puedes decir que no. Aceptas todo: trabajar día y noche para ayudar a un colega, hacer un viaje de regreso de Milán a Roma en el mismo día para devolver el oso que tu sobrino dejó en tu casa, participar en el triatlón de tu empresa aunque tengas 39 ° de fiebre, organiza la despedida de soltera de un amigo en el último minuto ...

¡Pero ten cuidado! Esta hiperactividad esconde el miedo a la desilusión y la necesidad de ser amado, sin embargo debes entender que al decir siempre que sí, no conseguirás el respeto ni el amor de los demás. En reversa. Si se da la mano, los demás tenderán a tomar todo el brazo e incluso… ¡la cabeza!

Eres muy exigente contigo mismo: eres combativo, y para ti es un deber tomar la vida de frente. No hacerlo sería un fracaso personal. Por eso pasas por ritmos casi inhumanos para demostrar que puedes hacerlo.

¡Pero ten cuidado! ¿A quién intentas probar qué? ¿A ti mismo o a los demás? Ser exigente contigo mismo es una gran demostración de fuerza, pero ser realista lo es aún más. Tarde o temprano, la barbilla o el cuerpo no lo soportarán más, y entonces te sentirás aún más decepcionado.

Tienes miedo de encontrarte frente a ti mismo: Corres de izquierda a derecha, siempre estás hablando por teléfono o en una reunión ... ¡es posible que lleves el letrero de "ocupado"! En esta ráfaga de actividad, no tienes tiempo para hacer preguntas y reflexionar sobre tu estado de ánimo. para pensar en tus preocupaciones.

¿Cómo manejar mejor esta "hiperactividad"?

¡Lejos de nosotros convertirte en un molusco pasivo!

Está bien estar activo, pero el prefijo "hiperactivo" indica exceso y debería advertirle.

Aprenda a tomar decisiones. A fuerza de querer hacer y probar todo, muchas veces se echa en falta lo imprescindible. escoger significa darse por vencido, hay que reconsiderar un poco tu concepción de este verbo. Elegir también significa seleccionar cuidadosamente, anteponiendo la calidad a la cantidad. Intenta, por tanto, reconsiderar tus prioridades y hacer una lista de actividades realmente importantes., relativiza, a actuar mejor.

Acepta tus limites: Ninguno de nosotros es una Mujer Maravilla con superpoderes. Por otro lado, sin embargo, todos tenemos cualidades que debemos saber explotar y puntos débiles que respetar. No puedes hacer todo. Reconocerlo ya es un superpoder y un paso hacia la autoconciencia. Por lo tanto, debe aprender a conocerse mejor a sí mismo, a ser aún más efectivo sin desperdiciar sus fuerzas, sin dejar de apreciar quién es realmente.

Escucha tu cuerpo: Insomnio nocturno y / o diario, dolores de espalda y / o barriga, susceptibilidad exagerada, palpitaciones, cambios de humor ... Atención, tu cuerpo te habla y te envía señales que deben advertirte del cansancio. No lo ignores, desenchufa y descansar un rato. De lo contrario, corre el riesgo de pagar un precio muy alto: depresión, crisis nerviosas, problemas cardíacos ...

Aprende a decir no: ¡estas dos letras pueden abrirte nuevos horizontes de serenidad! ¿Tienes miedo de decepcionar a los demás, de ser rechazado? Mejor arriesgarse, de esta manera podrás saber quién se preocupa realmente por ti. ¡Nunca es bueno ser "la chica que siempre dice que sí"! No dude en consultar a un psicólogo si cree que el problema es más profundo.

Alabado sea la pereza: no hagas nada, permanece inmóvil para observar tu sombra ... contempla el paso del tiempo. ¿Esta "evidente inactividad te pone nervioso? Empieza gradualmente, desconectando durante varias horas durante el día, la noche o el fin de semana: apaga tu ordenador y tu móvil, desenchufa el teléfono de casa ...

De vez en cuando, cancele una cita de negocios para estar con su mejor amigo: usted mismo. O, mejor aún, regálate un masaje relajante, una sauna, una sesión de relajación… para que aprendas a canalizar mejor tu energía explosiva. Ya verás, ¡terminarás disfrutándolo!

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