Luciana Littizzetto y la difícil pero maravillosa experiencia del cuidado de crianza

Los niños pertenecen a quienes los crían, no a quienes los hacen. Luciana Littizzetto es muy consciente de ello cuando habla de su maternidad "alternativa" con su amiga Mara Venier durante una entrevista muy íntima. La presentadora y humorista de Turín se convirtió en madre "de repente" cuando, en 2006, se hizo cargo de dos hermanos, Vanessa y Jordan Beljuli, junto con su expareja Davide Graziano.

"A veces me sentí perdido"

“Cuando te conviertes en madre de forma natural, las cosas se aprenden poco a poco. A veces me sentí perdido ".

Es una Luciana Littizzetto inédita la que habla a las cámaras de Domenica In. La humorista italiana por excelencia deja de lado los bocetos y las bromas por un momento y testifica con el corazón abierto lo que significa tener una "experiencia de acogida".

“Llegaron cuando ya eran grandes, tenían heridas que aún hoy no se han cerrado”.

Detrás de sus hijos, de hecho, hay una historia de abandono y de las heridas que esta madre un tanto divertida, como ella misma se llama - en broma - ella misma, lucha todos los días por sanar con todo su amor.

"Lo volvería a hacer toda mi vida"

A pesar de los altibajos que, sin embargo, agobian y unen a todas las familias, Luciana declara con firmeza que “El acogimiento familiar es una experiencia que haría toda mi vida y que recomiendo”. Una frase que, probablemente, también fue escuchada por Maria De Filippi. La nacional Lucianina explica, de hecho, que también es gracias a la presentadora si encontró el coraje para "embarcarse" en esta experiencia. La propia De Filippi había puesto a Gabriele bajo custodia junto con su esposo Maurizio Costanzo y, al ser testigo de su felicidad, ayudó a su amiga a tomar esta decisión tan importante.

"Los niños son hijos del corazón"

Hoy Vanessa y Jordan tienen respectivamente 25 y 23 años y son su mayor satisfacción. Se conocieron, pasaron mucho tiempo juntos, aprendieron a amarse, se hicieron familia y hoy Luciana puede decir que “Los niños son hijos del corazón, no solo hijos del vientre. Por los que creces, por los que lloras, por los que sonríes, por los que te preocupas ".

La maternidad no es una experiencia unidireccional

En resumen, la maravillosa historia de la madre Luciana confirma que no existe un manual para la "madre perfecta" y que la maternidad no es una experiencia unidireccional. Pueden ser madres, biológicas o de otro tipo, en muchas y diferentes formas, cada una en su propia forma especial.

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