La sauna, un hábito saludable

El principio

La sauna es una pequeña cabaña de madera o una habitación en la que se toma un baño de vapor seco. En este ambiente cerrado, una estufa de leña o eléctrica calienta algunas piedras de sauna que se encuentran en un recipiente. Cuando estas piedras han recogido suficiente calor (son piedras especiales, que no revientan bajo el efecto del choque térmico), se vierte sobre ellas un cucharón de agua para producir calor.

A diferencia del baño turco, la sauna es seca y solo tiene entre un 3 y un 20% de humedad, por eso la temperatura es más alta: en promedio de 80 ° a 90 ° C.

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Las reglas de uso

En la sauna, la desnudez es una regla: cualquier vestido o traje de baño obstruiría la evaporación del sudor y por lo tanto crearía problemas de higiene. Por otro lado, siempre debes colocar una toalla entre el banco y tu piel para protegerte del calor y absorber el sudor.

Según la regla, una sauna debe durar 1 hora y 30 - 2 horas e incluir 2 - 3 fases.

Es imperativo comenzar con una ducha, enjabonándose de la cabeza a los pies. Esta primera fase tiene tres objetivos: eliminar gérmenes y bacterias, calentar el cuerpo (especialmente las extremidades) para evitar variaciones de temperatura al entrar en la sauna y limpiar la piel para facilitar la transpiración.

Después de esta fase, se puede realizar el primer paso en la sauna. Tienes que sentarte sobre la toalla, preferiblemente con las extremidades (brazos, piernas, pies ...) todas al mismo nivel, intentando relajarte. La respiración se hace más profunda, la frecuencia cardíaca y la circulación sanguínea se aceleran y los vasos sanguíneos se dilatan. Cuando el sudor empieza a correr por el cuerpo, tienes que salir. A esta fase, que no debe exceder los 15 minutos, le sigue otra ducha tibia o fría. Después de la ducha, te secas y luego te acuestas, permitiéndote unos minutos para relajarte.

Luego procedemos a un segundo pasaje en la sauna, de la misma duración que el primero. Al salir, el ritual es el mismo: ducharse, secarse y relajarse.

También puedes hacer un tercer paso, pero ten cuidado: tienes que parar en cuanto te sientas cansado. La última sesión debe ir seguida de 20 minutos de descanso.

Dado que la temperatura en la sauna es particularmente alta, la transpiración puede provocar la eliminación de incluso más de 1 litro de agua por hora y la temperatura corporal puede subir hasta 40 ° grados. Para compensar esta deshidratación, es fundamental beber agua entre los distintos pasajes de la cabina.

Contraindicaciones

La sauna favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, por lo que no es muy recomendable para personas que padecen hipertensión, insuficiencia venosa, problemas cardíacos y enfermedades cardiovasculares. Lo mejor es consultar a su médico en caso de insuficiencia renal o epilepsia. La sauna está prohibida para embarazadas. mujeres.

Se prohíbe cualquier uso de drogas, alcohol o drogas.

Durante una sauna, es recomendable escuchar a tu cuerpo, salir al menor signo de malestar, respetar las reglas y no adelantarte.

Beneficios

Gracias a su elemento esencial, el calor, el principal objetivo de la sauna es reducir o eliminar las tensiones físicas y mentales. Es excelente para eliminar el estrés y la fatiga nerviosa.

Al acelerar la sudoración, la sauna facilita la eliminación de toxinas del cuerpo, afloja los músculos y purifica la piel. Por otro lado, no es de mucha ayuda para adelgazar, ya que la sauna te permite eliminar agua, ¡no grasa!

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