El vino tinto tiene efectos beneficiosos sobre el cerebro, la ciencia lo confirma y lo aprovechamos
Según Gordon Shepherd, un neurólogo que trabaja en la Facultad de Medicina de Yale, el vino tinto, además de ser un antioxidante, podría ser un mejor estimulador cerebral que el Sudoku u otros acertijos cerebrales típicos. Las investigaciones han demostrado que el cerebro funciona mucho mejor cuando se disfruta de una copa de vino que con cualquier otra actividad. Esto incluye incluso tareas complejas como escuchar música, resolver ecuaciones o escribir.
Si a menudo abre una botella para probar su cerebro, aquí hay una manera infalible de preservar el vino que queda ... ¡si se queda!
Nuestro cerebro no percibe el mundo tal como es. De hecho, toma la información y la transforma en un espectro de variables que se unen para formar la conciencia. De la misma manera que los colores no existen, son solo longitudes de "diferentes ondas de luz percibidas de manera diferente por el cerebro humano, por lo que el vino en realidad no sabe nada. Increíble, ¿no? El cerebro tiene que crear la experiencia de cata de vinos y lo hace transfiriendo la información sensorial a la experiencia final.
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El vino es uno de los productos más estimulantes por muchas razones. Activa miles de receptores en el cuerpo y estas activaciones dan como resultado un mejor sabor y olor. Con tal explosión de información sensorial, el cerebro no tiene más remedio que responder con toda su fuerza. Es por eso que cada vino tiene un sabor ligeramente diferente para cada persona. La estructura física de las moléculas del vino puede ser la misma, pero la respuesta individual humana es muy variada. En este punto se aplica el dicho: ¡una copa de vino al día mantiene alejado al médico! Así que no te preocupes, incluso si te perdiste el sacacorchos, te revelaremos cómo quedarte sin vino de todos modos.
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