La clarividencia

¿Quién es un vidente?

Un vidente tiene la capacidad psíquica de percibir o recibir información sin la ayuda de los cinco sentidos. En la práctica, tiene un sexto sentido. Este don le permite prever el futuro a través de una precognición.La clarividencia se asemeja a la parapsicología, disciplina rechazada por casi todo el ámbito científico, aunque ha sido objeto de estudio en el ámbito universitario durante más de un siglo, particularmente en Estados Unidos. Gracias a sus facultades extrasensoriales, el vidente puede ayudarte a ver claramente en ti mismo y a tomar las decisiones correctas. Pero eso no lo convierte en un mago. No cuente con él para revelar los números ganadores de la lotería o restaurar su salud con un movimiento de varita mágica. Tampoco debemos confundir la silla del vidente con el sofá del psicoanalista. Durante la consulta es él quien habla, no usted.

La primera reunión

Un buen vidente hace muy pocas preguntas. No le cuentes demasiado al principio. Depende del vidente ponerse en la frecuencia de quienes le consultan, captar sus vibraciones. Depende de él entenderte, describir tu carácter, entender lo que te lleva a su estudio. Tiene que hablarte de ti desde los primeros minutos. Si no te reconoces en los discursos del vidente o si la chispa no se apaga, es mejor poner punto y final a la consulta. No le deberás nada. Pero evita darle trampas insignificantes, por ejemplo, quitándote el anillo de bodas antes de preguntarle "¿crees que estoy casado?". Con este pequeño juego se corre el riesgo de romper el clima de confianza que es fundamental para el buen desempeño de la sesión. Pronto comprenderá con quién está tratando. Un vidente mediocre intentará continuamente obtener información de usted.

Cuidado con las trampas

Encontrar un vidente excepcional por casualidad, en los clasificados de un periódico de barrio o en Internet, es una misión imposible. Sobre todo porque el universo de la clarividencia no está regulado en absoluto y representa un campo de acción ideal para los tramposos de todo tipo. Todos pueden proclamarse muy capaces y encontrar clientes, eligiendo personas en situaciones de fragilidad. Para encontrar el tuyo, confía en el boca a boca. En cualquier caso, desconfíe de los anuncios sorprendentes y atractivos, promesas demasiado buenas para ser verdad. Lo mismo ocurre con los videntes que predicen catástrofes si dudan en confiar en sus servicios. En su lugar, opte por propuestas discretas a un precio razonable. Cuidado también con los visionarios "gratuitos" que atienden números de teléfono que comienzan con 899. Detrás de una oferta atractiva se puede esconder una tasa de llamadas desorbitada con tiempos de espera larguísimos y costos desproporcionados antes de poder hablar con el visionario.

Clarividencia pura o con la ayuda de artes adivinatorias.

Algunos videntes practican la clarividencia pura por "sensación" o clarividencia. Tienen "flashes" que les permiten percibir imágenes cortas con escenas de su vida pasada, presente o futura. O "escuchan" mensajes de sonido. En pura clarividencia su apellido, fecha de nacimiento o una foto son suficientes para provocar las visiones o mensajes sonoros. Pero no es raro que los visionarios se ayuden a sí mismos con las artes adivinatorias: astrología, numerología, adivinación, runas, conchas, bolas de cristal, posos de café, quiromancia y otros métodos.

Zoom sobre las artes adivinatorias

El hombre, por naturaleza ansioso por su futuro, siempre ha tratado de controlar el futuro. Por tanto, no es de extrañar que todas las civilizaciones hayan desarrollado sus propias técnicas de adivinación. Las tablas de adivinación más antiguas que se conocen están fechadas aproximadamente en el 3000 a. C. Egipcios, caldeos, árabes, griegos, romanos, chinos: todas las grandes civilizaciones han recurrido a las artes adivinatorias. La mayoría de estos aún sobreviven hasta nuestros días.

- La cartomancia hace hablar a las cartas: el tarot, pero también los oráculos.

- La runología o lectura de las runas se basa en la interpretación de un antiguo alfabeto de origen germánico, el futhark, a partir de letras grabadas en guijarros.

- La quiromancia se basa en la observación de las líneas de la mano.

- Yi-king es un arte de adivinación chino basado en el yin y el yang y la transformación de todas las cosas en el universo. Se practica con la ayuda de un lanzamiento de monedas o palos.

- Caffeomanzia estudia las formas dejadas en el fondo de la taza por los rastros de café. También se utilizan otros materiales como té, cera, plomo pero también amarillo huevo.

- La cristalomancia observa las formas, colores y movimientos producidos por reflejos en el agua, un espejo o una bola de cristal.

¿Cómo orientarse?

Todas las artes de adivinación son iguales, lo importante es que la vidente conozca su "trabajo". Pero algunos soportes dan mejores resultados que otros en relación al grado de complejidad de la pregunta y al contexto en el que se practica la clarividencia: en el estudio, en internet, por teléfono, por correo. La adivinación y en particular las cartas del tarot, por ejemplo, se prestan al ambiente amortiguado de un estudio de consulta: aquí se facilitan las sensaciones del vidente y el consultor elige sus cartas él mismo. La astrología y la numerología dan buenos resultados por correo. Perfecto para quienes pueden esperar o prefieren mantener al experto a distancia. La videncia directa se puede realizar por teléfono o por Internet. Fórmula recomendada para preguntas sencillas cuando no le gusta esperar.

¿Cuánto cuesta?

No hay tasa de referencia. Para una clarividencia completa en el estudio, que dura desde 45 minutos hasta aproximadamente una hora, cobra entre 45 y 70 euros de media. Más de 90 euros, ojo, ¡hay aire de timo! Las tarifas de clarividencia por teléfono rondan los 20 euros por los primeros diez minutos y 2 euros por minuto adicional. En Internet, los servicios suelen ofrecerse "gratis" al principio, pero se pagan más tarde: generalmente alrededor de 20-30 euros por consulta.

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