Punto L: ¿dónde está y cómo estimular el punto G masculino?

Para una perfecta armonía sexual de la pareja, es necesario conocer y dar a conocer a tu pareja todo aquello que consideramos emocionante, tanto física como mentalmente. Si bien el orgasmo femenino parece ser más misterioso que el masculino, así como las reacciones físicas que lo favorecen o logran, el "hombre" también esconde zonas "erógenas" que pueden hacer que alcance el orgasmo con una "O" mayúscula. Una forma de conocer todos los secretos de la propia fisicalidad y la propia excitación es seguramente el autoerotismo, del que también te recordamos los innumerables beneficios:

¿Qué es el punto L?

El punto L es el punto G masculino, es decir, esa parte del cuerpo que, si se estimula, nos permite alcanzar las alturas del placer. La estimulación del punto L tiene que ver con el masaje prostático, porque este "botón" de placer se encuentra justo al lado de la próstata, pero no solo. Al parecer, el L-Spot corresponde a una zona erógena masculina muy, muy sensible, por lo que, al estimularlo, el hombre puede alcanzar un orgasmo de "intensidad y duración diferente al orgasmo habitual que sigue a una relación sexual más larga" clásico ". Averigüemos dónde está y cómo estimularlo para que el orgasmo de nuestro hombre sea inolvidable, diferente y más largo de lo habitual.

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Punto L: donde está

El punto L está situado en una zona un poco "complicada", no tanto por la dificultad que las mujeres podamos tener para llegar a él, como por la renuencia de algunos hombres a ser tocados en estas zonas. De hecho, el punto G masculino se encuentra cerca de la próstata, una glándula muy importante ubicada debajo de la vejiga y a lo largo de la uretra masculina, a pocos centímetros de la entrada anal. Además, la uretra conecta directamente la punta del pene (¿conoces el pequeño orificio?) Directamente a la vejiga, pasando precisamente por la próstata y representando así uno de los puntos de contacto que nos permiten llegar al Punto L.En principio, toda la zona que rodea el ano masculino es una zona erógena muy sensible, como ya muestra la técnica del Trombón Oxidado. Además, si te detienes en el perineo del hombre, ya comenzarás a percibir el poder del punto L, incluso si no has alcanzado realmente la estimulación directa. Hazte una idea de dónde está el punto L mirando esta imagen:

Cómo estimular el punto L, el punto G masculino

Por lo tanto, estamos hablando de estimulación prostática cuando hablamos de cómo estimular el punto L. Para tener una imagen completa, debemos especificar que no solo hay estimulación directa o masaje prostático, sino que para estimular el punto G masculino podemos optar por de tres formas diferentes:

  • Aspiración: como puede ver en la imagen de abajo, la punta del pene está conectada a la próstata a través de la uretra. Con la aspiración podemos acceder, aunque sea de forma menos directa, al punto L del hombre, de dos formas distintas: mediante la contracción de los músculos vaginales durante las relaciones sexuales, como si quisiéramos hacer ejercicios de Kegel, o mediante coito oral. De hecho, uno de los trucos de la felación perfecta es precisamente hacerlo siguiendo un ritmo que alterna la succión con la liberación, en concreto, debes succionar rítmicamente cada vez que te alejes del pene con la boca. De esta forma llegamos indirectamente al L-Point con solo la fuerza de los labios. De hecho, haciéndolo a ritmos regulares, es posible que el hombre pueda llegar al orgasmo aunque nos detengamos a chupar la punta del pene.

  • Presión: a través del masaje prostático externo, podemos estimular el punto L acariciando y aplicando una cierta presión, naturalmente no excesiva, sobre el perineo del hombre, esa tira de carne que conecta los testículos con el ano. También de esta forma sentirás que la excitación masculina variará visiblemente en unos segundos.

  • Penetración: para llegar directamente al Punto L, el método más completo es el del masaje prostático interno, que consiste en llegar a la próstata desde el ano. Puedes intentarlo insertando un dedo, mirando hacia el pubis, y detenerte en cuanto siente una ligera protuberancia carnosa, en ese punto puedes proceder a masajear suavemente el punto G. Es recomendable utilizar un buen lubricante para evitar molestias y facilitar la entrada.

Estimuladores para la próstata y el punto L

Para llegar al punto L y estimularlo con todo lujo de detalles, podemos utilizar nuestros dedos de forma segura. Pero un apoyo válido está representado por el estimulador de próstata. Un vibrador para él que es solo una parte de la magia de los juguetes sexuales para hombres. El estimulador de próstata representa una alternativa muy especial, que podría abrir el camino a juegos de rol imaginativos y momentos de diferente sexualidad. Para utilizar correctamente un estimulador de próstata es importante no olvidar nunca dos factores:

  • Limpieza: Antes de cada uso, asegúrese de que este objeto erótico esté limpio y desinfectado para evitar infecciones u otros problemas. No utilices productos o jabones demasiado agresivos que aún puedan resultar molestos.
  • Lubricación: para un uso correcto y seguro del estimulador prostático, siempre es buena idea utilizar un lubricante que favorezca una entrada silenciosa sin forzar.

Puedes comprar un estimulador de próstata cómodamente online, en sitios como Pleaure4You, y recibirlo en casa en un paquete completamente anónimo, para que también puedas sorprender a tu pareja. Y si te interesa el mundo de los juguetes sexuales, echa un vistazo aquí a cuántos tipos hay, ¡casi tantos como nuestras fantasías!

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© Pleasure4You Nova - Vibrador de punto G

Excitación masculina y punto L

Aunque suponemos que los hombres siempre están predispuestos al sexo y la experimentación, en realidad la excitación masculina es más compleja de lo que pensamos. El factor de virilidad en el caso de una estimulación más directa del punto L entra en juego y también puede afectar De hecho, muchos hombres son reticentes a la idea de la penetración, a pesar de que nunca han experimentado el placer que pueden obtener de esta práctica. El motivo principal, de hecho, es el miedo / sensación de sentirse invadido y afectado en su fragilidad o en una posición en la que bajan sus defensas, que no todo el mundo puede tolerar bajo las sábanas. Afortunadamente, la estimulación del punto L puede ocurrir de varias maneras, o no en absoluto, sin comprometer el resultado orgásmico final. En definitiva, conocerse y conocer a su pareja es un elemento fundamental para una sexualidad serena y libre. Y tú, ¿cuánto sabes sobre la excitación masculina? Descúbrelo aquí:

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