El masaje californiano

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El origen

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El masaje californiano apareció a principios de la década de 1970 en California, cerca de San Francisco. Su nacimiento tuvo lugar en el contexto del desarrollo, en Estados Unidos, de una serie de terapias que predicaban la liberación del cuerpo, la expresión de sentimientos y el equilibrio general de la persona. Los masajes, de hecho, se asociaron con terapias grupales. Es precisamente en este contexto new age donde la técnica del masaje californiano se fue desarrollando y profesionalizando gradualmente, antes de popularizarse y extenderse por todo el mundo, durante los años ochenta.

El ritual

El masaje californiano, extremadamente sensual, se practica sobre la piel desnuda o, como máximo, cubierta con ropa interior. El masajista utiliza un aceite que permite suavizar los gestos, normalmente aceites esenciales perfumados y relajantes. Su técnica consiste en envolver y dar forma al cuerpo en su conjunto, alternando movimientos fluidos, ligeros o más profundos, que se concentran mayoritariamente en la superficie de la piel. Son gestos lentos, dulces y arrolladores: es como si las manos estuvieran realizando una coreografía armoniosa sobre el cuerpo. Esto, sin embargo, no impide que el masajista siga y respete las líneas de los meridianos, los puntos reflejos y el recorrido muscular del cuerpo.

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Los beneficios

El masaje californiano está dirigido sobre todo a quienes buscan un momento de verdadera relajación, para quienes quieren abandonarse y recuperar la armonía con su cuerpo. Gracias a su dulzura, que despierta los sentidos, este tipo de masaje favorece la relajación que resulta especialmente beneficiosa para las personas estresadas y muy cansadas.

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Masaje californiano