Familia extendida: ¿que significa? Ventajas y problemas que pueden surgir

Si forma parte de una familia extensa, sabrá que gestionar las relaciones entre personas de diferentes orígenes no siempre es fácil. Pero, ¿y si te dijéramos que esta situación también esconde oportunidades? El objetivo de este artículo es estimular una reflexión que ayude a todos, incluso a los que no están contentos con su situación. El siguiente video es útil para insistir en los sentimientos de culpa de los que los padres suelen ser víctimas.

¿Qué se entiende hoy por familia extensa?

El concepto de familia extensa ha evolucionado y cambiado a lo largo de los años: si en el pasado una familia extensa significaba una unidad familiar que incluía tanto a los abuelos como a los padres e hijos, hoy es muy diferente. El matrimonio no dura para siempre: te casas, luego te divorcias y luego encuentras una nueva pareja o pareja. Pero si antes intentábamos por todos los medios no separarnos y seguir juntos "por el bien de los niños", hoy (afortunadamente) optamos con más frecuencia por compartir los caminos, restableciendo la calma que faltaba entre marido y mujer. Aunque pueda parecer extraño, podemos asegurarle que los primeros en beneficiarse son los niños. Ver a la madre y al padre en paz, aunque estén distantes, es mucho más satisfactorio que tener que escuchar las numerosas peleas diarias en las que quizás uno también esté envuelto. Aquí viene la familia inundada: el nuevo socio está espaciado en la misma casa con los niños a cuestas. Es precisamente la ampliación de estas relaciones, sin embargo, aunque no es fácil de aceptar de inmediato, lo que puede ofrecer oportunidades de enriquecimiento personal, veamos cuáles son, sin descuidar los problemas que puedan surgir.

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Formar parte de una familia extensa: ventajas y desventajas

Como ya se mencionó anteriormente, formar parte de una familia extensa trae consigo algunas ventajas que no son despreciables. Aquí hay algunos.

  • Volverse más consciente y menos egocéntrico
  • Haciendo experiencia
  • Aprender que la felicidad se construye y no se da por sentado
  • Aprende a afrontar las dificultades.
  • Vivir con personas diferentes ayuda a desarrollar la capacidad de adaptación, de abrirse a otros puntos de vista, de aceptar que también hay formas de pensar distintas a las nuestras.


Muchas personas asocian inmediatamente el término problema con la palabra familia extendida, pero este no es exactamente el caso. La verdad es que los problemas existen para todos y, por lo tanto, también pueden existir dentro de una familia extensa. Veamos los principales.

  • No aceptes el fracaso

Uno de los primeros problemas que surge es la idea de que la familia inicial no funcionó y en consecuencia, al no aceptar el fracaso, se crea y se nos impone la expectativa de que la nueva familia necesariamente debe funcionar bien a toda costa, en para que usted pueda ponga su propio rescate en vigor. No hace falta decir que todo esto está mal: si has cometido errores en el pasado será bueno no repetirlos, pero no puedes insistir en la perfección ya que las relaciones deben construirse de forma paulatina, sin ninguna imposición.

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  • Luche por el control a cualquier precio

En las familias extensas, es fácil para uno o ambos padres querer tener el control en cada situación. Incluso esta historia de caso es absolutamente utópica, ya que será imposible tener todo bajo control, garantizando un cierto grado de libertad sentimental a todos los miembros.

  • Querer ser perfecto y tener expectativas demasiado altas.

Una familia extensa será hermosa incluso con sus debilidades y defectos. La tendencia cada vez más generalizada de ser impecables y de que los niños siempre deben ser buenos y buenos en todas las situaciones no puede ser real y está completamente equivocada. Más que instaurar un clima de perfeccionismo, conviene pensar que la felicidad se construye juntos durante el camino de la vida, afrontando juntos criticidades, momentos de sufrimiento e imperfecciones.

  • Juzga sin reflexionar

Los juicios, especialmente el apresurado, nunca han beneficiado a nadie. En las familias extensas, donde coexisten distintos lazos de sangre, nunca se debe juzgar, actividad que podemos definir como altamente destructiva, porque cuando se señala con el dedo a alguien "más, no se hace más que avivar los conflictos, borrando el ambiente sereno que debiera". Estar siempre presente El ejemplo debe partir de los adultos, quienes, reconociendo sus propios prejuicios, serán llamados a respetar diferentes puntos de vista.

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Familia extendida: manejo de niños pequeños y adolescentes

¿Cómo manejar tanto a los niños pequeños como a los adolescentes dentro de una familia extensa? La consigna es flexibilidad. Los padres deben ser capaces de adaptarse a las necesidades de sus hijos, considerando también y sobre todo los diferentes grupos de edad. Por un lado estarán los niños pequeños que, para aceptar el cambio, deberán rehacer su rutina habitual; el otro, adolescentes que tenderán a encerrarse en el silencio o fingir que todo está bien aunque no sea así. En este segundo caso es importante observar atentamente su comportamiento y poder aceptar con paciencia las actitudes que tendrán.
En general, siempre es importante definir los roles de forma clara y desde el principio: la nueva pareja o nueva pareja no será el nuevo padre o la nueva madre, sino una figura a respetar y que también puede jugar un papel fundamental en el Establecimiento de un clima sereno. En cualquier caso, esta persona nunca reemplazará al verdadero padre. En resumen, la familia extensa puede ser un buen campo de entrenamiento para la vida que ayudará a desarrollar sus habilidades comunicativas útiles para encontrar acuerdos entre las diferentes necesidades de sus miembros. .

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La relación entre hermanastros en una familia extensa

Una de las mayores preocupaciones de los padres es que sus hijos puedan tener buenas relaciones con los hijos de su pareja. A menudo, y de buena gana, esta situación se sobreestima ya que los niños y jóvenes son capaces de comprender a las personas y las situaciones más de lo que uno podría creer. A veces, sin embargo, sobre todo en la adolescencia, los chicos no están dispuestos a aceptar las nuevas condiciones, a veces incluso por simple despecho contra el padre o la madre, dando lugar exclusivamente a su propio instinto de rebeldía.
Lo que puedes hacer es aprovechar esta situación para que tus hijos aprendan a convivir con diferentes personas, sin esperar ni exigir que tengan sentimientos a toda costa.
El hecho de que un padre sienta amor por un nuevo compañero de vida no significa que deba ser igual para los hijos. Lo mismo ocurre entre hermanastros: es difícil que se cree una relación de amistad, los momentos en los que habrá discusiones serán mucho más frecuentes, ¡pero esto sucede a menudo y de buena gana incluso entre hermanos de sangre!
Desde cierto punto de vista los hijos, cuando se crea la familia extensa, están sufriendo la voluntad de un padre, pero no puede suceder lo mismo con los sentimientos que nunca, jamás, deben imponerse. Si al principio la situación va a ser difícil, como padre no te culpes: lo importante es que siempre pases un mensaje de amor y respeto hacia tu prójimo.
La comunicación sigue siendo el arma ganadora, junto con reglas claras de convivencia pacífica.

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