Cistitis: vamos a conocerla

Cifras en la mano, parece que el 25% de las mujeres de entre 20 y 40 años han padecido cistitis al menos una vez.
Es causada por bacterias, hongos, virus, estreñimiento, pero también algunos métodos anticonceptivos, una higiene incorrecta e incluso condiciones corporales particulares, como el embarazo y la menopausia. Los síntomas de la cistitis son bien reconocibles y el tratamiento debe ser adecuado para evitar problemas importantes.

¿Qué es la cistitis?

En condiciones normales, el tracto urinario es estéril y muy resistente a la colonización bacteriana. Sin embargo, cuando surgen ciertas condiciones predisponentes, las bacterias (principalmente Escherichia coli) pueden llegar a la vejiga a través de la uretra, multiplicarse y causar una infección del tracto urinario. Entre estos, el más común está representado por la cistitis, que provoca una micción frecuente y dolorosa, una sensación de pesadez abdominal y, a veces, sangre en la orina y la aparición de fiebre.

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La cistitis es femenina

Si bien no afecta exclusivamente al sexo femenino (alrededor del 10% de los pacientes son hombres), el problema es mucho más frecuente en las mujeres, tanto que aproximadamente la mitad de ellas lo padecen al menos una vez al año. Los porcentajes aumentan con la edad, por ejemplo debido a los desequilibrios hormonales durante el embarazo y la menopausia, pero también debido a la actividad sexual; sin embargo, la cistitis también puede ocurrir en niñas y niñas. Esta clara prevalencia femenina está determinada por la conformación anatómica de la mujer, desde cuya uretra, de solo 3-4 cm de largo, las bacterias pueden ascender fácilmente.

Cistitis recurrente

Para ser definida como recurrente, la cistitis debe recurrir con al menos 3 episodios después de aproximadamente 3 semanas; las recaídas pueden ocurrir como infecciones causadas por una nueva cepa bacteriana, o como persistencia de la anterior.

En cualquier caso, se ha calculado que de media un 30% de las mujeres que han sufrido un episodio de cistitis volverán a afrontar el problema en los siguientes 6 meses.

¿Cómo se desencadena la infección?

La vejiga está revestida internamente por una mucosa protectora denominada urotelio, impermeable y elástica, formada por tres capas que normalmente actúan como barrera protectora frente a la agresión de bacterias y otras sustancias nocivas (como las presentes en la orina). En particular, es la capa superficial del urotelio la que realiza la mayor acción protectora, gracias a un "recubrimiento" de recubrimiento que consiste principalmente en glicosaminoglicanos (GAG), incluidos el ácido hialurónico y el sulfato de condroitina.

Cuando se producen alteraciones en esta capa protectora, las bacterias pueden penetrar, adherirse a las paredes de la vejiga y desencadenar infecciones y síntomas relacionados.

© iStock Las causas de la cistitis

En las mujeres, los factores predisponentes de infección se atribuyen fundamentalmente a una alteración de la flora bacteriana vaginal y al debilitamiento de las defensas naturales del tracto urinario. Pero, ¿qué determina estas condiciones? Son muchos los factores fisiológicos o de comportamiento: se trata principalmente de la dieta y los estilos de vida, pero también influyen el estrés, la edad o cualquier malformación, además de la predisposición genética.

Entre los posibles factores predisponentes recordamos:

-Estreñimiento

- Dieta incorrecta (por ejemplo, salada, picante, frita, grasosa, alcohol, cafeína)

- Higiene íntima inadecuada (por ejemplo, uso de detergentes íntimos agresivos)

- Actividad sexual intensa

-Uso de algunos anticonceptivos (por ejemplo, diafragma)

-Uso de tampones

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© iStock Alimentos para evitar el estreñimiento

¿Cómo curar la cistitis?

Por supuesto, la mejor forma es siempre la de la prevención, con un estilo de vida correcto y una "dieta saludable: por ejemplo, beber mucha agua durante el día (incluso 2 litros) ayuda a mantener el cuerpo hidratado y diluye la carga bacteriana de la orina". .

Desde un punto de vista terapéutico, los antibióticos se prescriben con mucha frecuencia contra los síntomas de la cistitis, pero el uso repetido y prolongado de estos medicamentos puede causar problemas de resistencia bacteriana y, a la larga, empeorar las dolencias. A partir de la búsqueda de alternativas, se han desarrollado así nuevos tratamientos que, como demuestran varios estudios, son capaces de actuar sobre las causas del problema y no solo sobre los síntomas. Hablamos de los innovadores tratamientos intravesicales a base de ácido hialurónico y condroitín sulfato, destinados a restaurar fisiológicamente la capa protectora del urotelio (se encuentran entre las principales sustancias que lo constituyen). Entre otras cosas, la investigación plantea la hipótesis de que el uso de estos tratamientos también podría conducir a evitar recaídas y cronización, abriendo así nuevos escenarios en el campo preventivo.

Remedios naturales

Una ayuda preciosa contra la cistitis también proviene de la naturaleza. Nuestras abuelas nos aconsejarían, por ejemplo, hacernos una bonita decocción de malva, que no solo favorece la diuresis, sino que además tiene efectos antiinflamatorios y antimicrobianos. Otra planta que limpia el tracto urinario es la hierba, solo que se debe preparar y dosificar correctamente, ya que tiene un sabor poco agradable. Equisetum, más conocido como pasto de caballo, también es muy eficaz, absorbe grandes cantidades de minerales de la tierra y es un excelente diurético, y no olvidemos el extracto de arándano, que reduce la adhesión de bacterias al tracto urinario.

Incluso los aceites esenciales pueden ser de ayuda, en particular recomendamos el uso de los de eucalipto e hinojo dulce, para masajear de forma natural en la zona pélvica. Otro precioso masaje se podría hacer mezclando 5 gotas de aceite esencial de mirto y una cucharada de aceite de almendras dulces: páselo al menos una vez al día, con leves movimientos cervicales, en la zona pélvica y renal, parece ser una auténtica cura- todos.

La sexualidad y la nutrición son dos realidades fundamentales y conectadas, que se influyen mutuamente en cada fase de la vida femenina.
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En colaboración con Il Portale della Salute

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