Asertividad: que es y como ser asertivo de manera efectiva

Desde hace años, se ha estudiado mucho en psicología una característica particular y un tipo de comportamiento que caen bajo el nombre de asertividad. De hecho, una persona asertiva resulta muy segura de sí misma, no teme afirmar todos sus derechos y puntos de vista ni expresar emociones y necesidades. Además, todo esto se hace con pleno respeto del otro y sin prevaricaciones, por lo que no es de extrañar que la asertividad sea considerada una de las habilidades personales más importantes.

La autoestima es sin duda uno de los requisitos fundamentales para mejorar esta capacidad, como veremos más adelante, decir lo que piensas sin ansiedad ni presiones requiere una buena autoconfianza que se puede fortalecer a través de algunos ejercicios diarios.

En este artículo te explicaremos qué es realmente la asertividad y cuáles son las diferencias con respecto a otros dos comportamientos en las extremidades con respecto a ella, a saber, la actitud pasiva y agresiva. Además, te proponemos algunas técnicas que pueden ser de utilidad para desarrollar al máximo esta capacidad, comenzando por la comunicación verbal y no pasando a acercarnos a otras personas.

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Que significa ser asertivo

El término asertividad proviene de las palabras latinas serere Y afirmar, que como primer significado tienen el de "afirmar". Además, ambos pueden traducirse como "afirmarse uno mismo" y es de este matiz etimológico de donde surge el concepto fundamental de la palabra. De hecho, la asertividad coincide fundamentalmente con la capacidad de expresar el propio punto de vista, opiniones, sentimientos y necesidades. En este comportamiento reconocemos ciertas características como hacer valer los derechos sin tener miedo de estar en desacuerdo con el otro porque siempre se respetan las ideas de los demás. .

Las personalidades asertivas fueron esbozadas por primera vez en 1949 por Andrew Salter, quien las definió como aquellas que no tienen dificultad para defender su derecho y expresar sus pensamientos o emociones, incluso cuando la mayoría de las personas no las comparten. Este comportamiento no solo beneficiaría a los asertivos sino también a todos los que los rodean porque se sentirían más libres para exponerse.

En 1959, continuaron los estudios con Joseph Wolpe introduciendo el término asertividad. A las cualidades ya identificadas por Salter, Wolpe añadió "otra condición necesaria para poder hablar de asertividad. Sólo existiría cuando se sepa reconocer tanto los méritos y habilidades propios como los de los demás, expresando y pidiendo un reconocimiento legítimo".

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Comportamiento asertivo vs comportamiento pasivo o agresivo

Hemos definido la "asertividad como una" habilidad auténtica porque al desarrollarla eres capaz de expresarte plenamente sin, sin embargo, faltarle el respeto a los demás. Es útil en todos los aspectos de la vida, desde el estrictamente privado hasta el laboral, sin embargo, el comportamiento asertivo no debe confundirse con aquellas actitudes que se encuentran en sus extremos, es decir, el comportamiento pasivo y agresivo.

La mayoría de las personas pueden identificarse como individuos pasivos. Son aquellos que apenas se posicionan con respecto a una determinada situación o, cuando la toman, no la expresan por miedo a entrar en conflicto con su interlocutor. En general, los que presentan un comportamiento pasivo son incapaces de exigir el respeto de los demás. cualquiera de sus derechos y es fácilmente manipulable. Todo esto solo puede reflejarse en todos los ámbitos de la vida, desde el amor hasta el trabajo.

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En el extremo opuesto de la actitud "pasiva" está la agresiva, que consiste en "expresar con facilidad deseos, opiniones y necesidades sin tener, sin embargo, ningún respeto por las ideas de los demás". Lo que otros piensan o sienten no tiene importancia para los individuos agresivos, que pueden convertirse fácilmente en líderes cuando se enfrentan a aquellos que no pueden imponerse con educación y respeto.

Es fácil entender cómo el "yo asertivo" encaja en algún lugar entre estas dos personalidades y dos comportamientos. Aquellos con asertividad tienen confianza en sí mismos, tienen metas muy específicas y trabajan con dedicación para lograrlas. Nunca renuncia a sus derechos y sus valores, al contrario, está dispuesto a defenderlos sin descuidar jamás la consideración de los que tiene enfrente.

Cómo desarrollar una buena asertividad: 5 pasos para tener éxito

Hay personas que están más inclinadas a ser asertivas por naturaleza. Sin embargo, cualquier persona puede trabajar en este aspecto de su personalidad. De hecho, desde la segunda mitad del siglo pasado se ha ideado el llamado entrenamiento de la asertividad, inicialmente concebido para individuos que presentaban síntomas de "ansiedad social" y que, por tanto, nunca se exponen a los demás.

Sin llegar a hablar de patologías más ligadas a la investigación en psicología y psiquiatría, es bueno decir que se pueden poner en marcha una serie de "ejercicios" o actitudes para desarrollar nuestra asertividad de forma autónoma.

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1. Aprenda a expresar sus necesidades y opiniones

¿Quién nunca ha experimentado un profundo desacuerdo con un comentario u opinión expresada por otros pero no tiene el valor de admitirlo en voz alta? Puede parecer absurdo, pero expresar tu propia idea es quizás una de las cosas más difíciles, especialmente en algunas situaciones. Sin embargo, es precisamente en este aspecto en el que debes empezar a trabajar para incrementar y fortalecer tu asertividad. No hay nada de malo en decir que piensas diferente a otra persona: lo importante es hacerlo de la manera correcta y con pleno respeto por el otro.

Si de verdad crees en tus opiniones, necesidades o derechos, expóngalos sin remordimientos. Para hacer esto, trabaje duro en su comunicación, tanto verbal como no verbal. Usa un tono de voz seguro sin ser autoritario, mira a tu interlocutor a los ojos, subraya los conceptos con los gestos correctos y sonríe para transmitir positividad. Sobre todo, las acciones relativas a la comunicación no verbal sirven para mostrar tu firmeza y acompañar a quienes te escuchan en tu exposición, evitando posibles distracciones.

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2. Tener buena autoestima

La autoestima es uno de los requisitos imprescindibles para ser asertivo y es útil en todos los aspectos de la vida, desde una relación amorosa a una relación de amistad pasando por la autoconfianza necesaria tanto en la escuela como en el trabajo. Es precisamente la autoestima que nos permite un conocimiento profundo de nosotros mismos y de nuestras capacidades. Nos da confianza y no nos hace sentir inferiores ni temerosos de los demás. Quienes no implementen todo esto y piensen que no valen nada no podrán hacer otra cosa que comportarse de forma pasiva o agresiva.

Además, tener una buena autoestima significa respetar primero a tu persona para poder respetar a los demás. Confiar en los demás nos permite abrirnos al mundo, sin prejuicios ni prejuicios. Todo esto nos ayuda a relacionarnos de manera efectiva y pacífica con cualquier persona.

3. Asumir la responsabilidad

Una persona asertiva puede liderar fácilmente a otros en el trabajo porque generalmente tiene buenas habilidades de liderazgo. Esto la lleva a tener más responsabilidad, en el doble sentido del término. De hecho, a una persona asertiva se le asignan asignaciones de cierto prestigio ya que es muy bueno en el manejo de las relaciones interpersonales. Por otro lado, sin embargo, también sabe asumir sus responsabilidades en caso de error y sabe aceptar las críticas. Una buena asertividad significa que tienes plena conciencia de ti mismo y que estás dotado de una "excelente capacidad de escucha. Recibir críticas es visto como una" oportunidad para superarse de cara al futuro, manteniendo siempre una mirada objetiva al propio trabajo.

Por el contrario, en tal circunstancia, los sujetos pasivos pueden perder aún más la poca autoestima que les queda, mientras que un individuo agresivo culpará a los demás de sus fracasos al no saber asumir la responsabilidad.

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4. Establezca y persiga sus objetivos

Conocer tus habilidades personales nos ayuda a identificar las metas que queremos alcanzar para poder enfocarnos en ellas. Así es como una persona asertiva logra lograr grandes resultados en la vida. Para mejorar este aspecto de su carácter, comience a delinear las metas y objetivos que le gustaría lograr, sin distraerse o cambiar de opinión por otra persona. De hecho, es parte de nuestros derechos perseguir lo que nos hace sentir bien y permanecer fieles al punto de vista de uno, de lo contrario, uno puede tener la percepción de vivir la vida de los demás.

5. Sea comprensivo con los demás y con usted mismo

Como ya hemos mencionado, las personas asertivas pueden asumir la responsabilidad de sus acciones y errores, sin culpar a los demás. Esta actitud no es solo un signo de asertividad, sino también de madurez y humanidad. Este entendimiento, sin embargo, debe "desarrollarse no sólo hacia nosotros mismos, sino también hacia los demás. No es sorprendente que, para respetar plenamente a quienes lo rodean, una persona asertiva no tiene prejuicios ni preconceptos, y demuestra constantemente comprensión hacia los demás, sus interlocutores".

De hecho, la asertividad lleva a decir lo que uno piensa de forma educada pero nunca cerrada a ningún cambio de opinión. La comprensión de una persona asertiva también se manifiesta a través de la comunicación no verbal, formada por miradas o gestos que nunca acusan ni dicta un juicio.

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Sabemos que implementar esta serie de comportamientos no siempre es fácil, especialmente para las personas más tímidas o que tienden a sucumbir a la presión de las emociones o la ansiedad y el estrés. Este "entrenamiento" en asertividad puede ayudarte poco a poco día a día, mejorando tu autoestima y la forma en que te relacionas con los demás.

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