Vigilancia menstrual: el uso distorsionado de aplicaciones durante el período
Intente imaginar una aplicación creada para rastrear el ciclo menstrual, pero que, en la práctica, es manipulada por empresas para monitorear a sus empleadas y su fertilidad. No, esta no es la trama de una nueva novela distópica. Desafortunadamente, es una realidad, declinada en su peor forma.
Se llama vigilancia menstrual y es un fenómeno que involucra al sector Femtech, tecnología femenina, la tecnología diseñada para la mujer que quiere tener control sobre su salud sexual. La expresión fue acuñada por el creador de Clue, una de las aplicaciones más populares para monitorear el progreso del ciclo menstrual.
Pero, ¿en qué consiste esta infame vigilancia menstrual? En esencia, las empresas compran los datos procesados por estas herramientas digitales a un precio elevado para recopilar información sobre los hábitos de sus empleados. De esta manera, un empleador puede obtener una visión general del número de trabajadoras que tienen la intención de quedar embarazadas, con embarazos de alto riesgo en lugar de menopausia y utilizar la información recopilada a voluntad, por ejemplo, evitando la contratación indefinidamente. O negando una promoción a una mujer que desee ser madre.Esta práctica perversa fue sacada a la luz por una investigación realizada por el Washington Post en 2019 que reveló cómo la privacidad de los usuarios no estaría protegida.
Sucedió en Estados Unidos y la aplicación infractora lleva el nombre de Ovia Health, una marca que se ocupa de la salud y la higiene femeninas, con especial atención a la fertilidad y la ovulación de las mujeres. Los empleados de diversas empresas incluso habrían sufrido cierta presión psicológica desde los pisos superiores para aprovechar los servicios que ofrece la mencionada marca. A pesar del anonimato, cruzando los datos, está lejos de ser difícil poder obtener porcentajes y, en empresas más pequeñas, incluso identificar empleados.
Y aquí estamos de nuevo, otra oportunidad desaprovechada para estar del lado de las mujeres, protagonistas de un episodio más de discriminación de género en el mundo laboral. No perdemos la esperanza, pero mientras tanto somos más cuidadosos a la hora de aceptar los términos y condiciones de privacidad.
