¿Por qué te enamoras fácilmente en vacaciones?

Las condiciones ideales

Han llegado las vacaciones: basta de estrés y preocupaciones, ¡tienes que relajarte! Y la relajación significa tranquilidad y bienestar. Libre de las preocupaciones de la rutina, te sientes como si tuvieras alas y ¡hasta te hace sentir más bella!

Puedes hacer lo que quieras con tu tiempo, te sientes libre incluso en los pensamientos y puedes dejarte llevar por eventos inesperados y nuevos encuentros. El tiempo libre del que dispones en tus vacaciones favorece, por tanto, la apertura a las cosas nuevas y al placer.

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Date tiempo para amar

Al amor y la seducción no les gustan los límites que impone la rutina diaria. Necesitan espacio para crecer. Seducir al otro, dejarse desear, conocerse: escaramuzas de amor que llevan tiempo ... ¡y seguro que no faltan las vacaciones! ¿Actividad de verano favorita? Quedarse horas al borde de la piscina pensando en la hermosa rubia que conoció el día anterior, pasar horas preparándose para poder complacerlo, hablando durante horas con él en la playa y luego fantaseando hasta el día siguiente. Pero el tiempo no es el único que da lugar al erotismo y la pasión: incluso el clima y los lugares de ensueño favorecen los encuentros románticos y los sentimientos apasionados.

El despertar de los sentidos

El verano te permite descubrir tu cuerpo y dejarte llevar por la sensualidad. ¿Dónde más puedes darte el lujo de caminar medio desnudo, vistiendo solo un traje de baño y un pareo? Esta llamada casi salvaje de la carne despierta el deseo y la sexualidad. Las hormonas están en alerta y solo un poco, una tarde de siesta a la sombra, un beso en el agua, una caricia en el hombro, para despertar los sentidos. Una mente libre de límites y un cuerpo desinhibido son las condiciones ideales para descubrir nuevos juegos eróticos y dejarse llevar por el placer.

Un tónico para el ego

Los amantes de las vacaciones, en general, casi nunca se resisten al regreso a la realidad. Con el regreso a la ciudad, el encantador paréntesis se cierra y la rutina diaria se reanuda: tu piel ya no está dorada por el sol, el estrés vuelve, el tiempo comienza a agotarse ... sin embargo, la cruda realidad no quita mérito al encanto de el coqueteo de verano que viviste. Y cuanto más corta la historia, más intensa debe haber sido: ¡significa que la aprovechaste al 100%!

A tu regreso te sientes vigorizado, tienes más confianza en ti mismo, en tu capacidad de seducción y en tu sexualidad; te sientes listo para volver al trabajo en plena forma ... entonces, ¿por qué renunciar a tu amor de verano?

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