Cómo prepararse para el primer día de clases: consejos para jóvenes y mayores

E inexorable como todos los años llega septiembre, el mes que no solo marca el final del verano sino también de las queridas vacaciones. Quizás el mes más odiado por todos los estudiantes de rango y rango. Sí, porque siempre estará intrínsecamente ligado al infame regreso a clases, un momento que puede ser a la vez emocionante, pero también profundamente traumático. Por un lado, de hecho, está el deseo de conocer compañeros y aprender cosas nuevas. Por otro lado, sin embargo, la nostalgia por el tiempo libre y la tranquilidad debido a la ausencia de tareas, controles y preguntas comienza a sentirse dominante. La vuelta al cole, además, puede desestabilizar no solo a los más pequeños, sino también a los adultos, devueltos a la cruda realidad por una burocracia engorrosa, asfixiantes charlas grupales, entrevistas y gastos escolares. ¡Veamos, entonces, algunos trucos con los que afrontar todas estas ansiedades de la forma más fácil posible y estar preparados para el primer día de clases!

¡Antes de comenzar a leer, mire este video muy interesante sobre la relación entre los niños y la enseñanza!

¡Prepara todo la noche anterior!

Jugar temprano puede ser muy funcional para que todo salga bien el primer día de clases. Por eso te recomendamos que prepares todo lo necesario la noche anterior. Por eso, antes de meterse debajo de las mantas, es necesario que la mochila ya esté cerrada y el outfit decidido. En particular, en lo que respecta a la ropa, permita que sus hijos elijan qué ponerse por sí mismos. Salvo que la ropa sea totalmente inapropiada para el ambiente escolar (en este caso, disuadirlos con tonos tranquilos y tranquilos, por ejemplo alabando excesivamente otra prenda), déjales la elección. Esto los hará sentir más responsables e independientes, además, usar lo que les gusta y hacerlos sentir cómodos sin duda será útil para aliviar el estrés de regresar.

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¡Habla con tus pequeños!

Si el día antes de regresar a la escuela notas un cambio en el estado de ánimo de tus hijos, encontrándolos ansiosos, agitados, taciturnos o irascibles, ten la seguridad: ¡todo es bastante normal! Después de tres meses de total libertad, regresar a la escuela puede ser un trauma para muchos estudiantes. No ignores las señales de ayuda que te envían tus pequeños, pero trata de hablar con ellos, dejándolos que se desahoguen abiertamente contigo. Incluso con solo dar voz a sus ansiedades puede ayudarlos a sentirse mejor y, de esta manera, te será más fácil conocer su estado de ánimo y encontrar las palabras adecuadas con las que consolarlos y apoyarlos en este delicado momento.

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¡Todos a la cama temprano!

Sabes, una mente descansada funciona mejor. Por eso es importante que tanto padres como hijos disfruten de un merecido descanso de al menos 8 horas cada noche y, en particular, la noche anterior al primer día de clases. Esa noche, si es posible, trate de cenar más temprano de lo habitual para que tenga tiempo de disfrutar los últimos momentos de sus vacaciones, mientras se las arregla para irse a la cama temprano. Esto te ayudará a que el despertar sea menos traumático y a afrontar el regreso a clases con la claridad necesaria.

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¡Disfruta de un rico desayuno!

El desayuno es la comida más importante del día, por eso es importante tomarse un momento (aunque sea solo 10 minutos) para disfrutar de este momento con tranquilidad antes de lanzarnos al frenesí de las actividades que nos esperan. Incluso puede pensar en hacer el pastel favorito de sus hijos para endulzar su regreso a la escuela. También en este caso, pon la mesa y prepara el moka antes de irte a dormir, para que cuando te despiertes todo esté listo. Además, te aconsejamos que te levantes media hora antes que los niños, para que te prepares con total tranquilidad y también encuentres tiempo para arreglar la cocina antes de salir de casa.

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En la cena, sin embargo, ¡manténgase ligero!

Si el desayuno debe ser rico y sustancioso, el mismo principio no se aplica a la cena. Para facilitar la digestión y, en consecuencia, el sueño, es necesario evitar un exceso de peso durante esta comida. Es mejor optar por alimentos nutritivos pero ligeros. Además, es muy probable que los niños perciban algo de ansiedad esa noche, por lo que este estado de ánimo combinado con una elección de alimentos pesados ​​y calóricos podría tener consecuencias desafortunadas.

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¡Llega temprano a la escuela!

Si solo necesitas ser puntual para los otros días, debes llegar temprano el primer día de clases. Presentarse frente a las puertas 20/15 minutos antes de que suene la campana permitirá que los niños se adapten con tranquilidad al entorno escolar, teniendo tiempo para charlar e informar sobre las vacaciones de verano con sus compañeros. El encuentro con caras amistosas también les ayudará a calmarse y calmar el nerviosismo del regreso a clases.

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© Getty Images El primer día de la escuela real

... ¡Y ahora, un merecido descanso!

A menudo, el primer día de clases resulta ser el más agotador de todo el año académico. La interrupción de las vacaciones, la llamada de atención temprana y las horas sentadas en el escritorio escuchando la lección después de meses de no hacer nada pueden demostrar significativamente a los pequeños estudiantes. Para ayudarlos a recuperarse una vez que cruzan el umbral de la escuela, sin tareas ni compromisos, solo un poco de relajación bien merecida. Esa tarde, deja que tus hijos se escapen por completo y se dediquen a lo que más les gusta: jugar, dibujar, ver dibujos animados y, por qué no, estar con unos amigos. Lo mismo ocurre con sus padres: después de acostar a los niños (preferiblemente temprano), relájese y reserve algo de tiempo para usted.