Musicoterapia: que es y cuales son sus beneficios

Además de ser agradable al oído, la música tiene efectos beneficiosos extraordinarios desde el punto de vista psicológico, representando un arte y un medio de expresión al mismo tiempo, capaz de influir en el estado de ánimo de las personas, relajar, emocionar En fin, en definitiva, sonidos, melodías y, en general, el lenguaje no verbal tiene un potencial infinito que también puede ser explotado con fines terapéuticos, no solo con fines hedonistas y de puro entretenimiento.

La musicoterapia surge precisamente de esta premisa y es considerada una disciplina basada en el uso de la música como herramienta educativa y rehabilitadora, un verdadero abordaje terapéutico rehabilitador, coadyuvante y complementario en casos de patologías particulares de diverso espectro, aunque no es reconocida por la medicina. .oficial.

Su esencia - una comunicación no verbal - permite el establecimiento de una relación intensa y profunda entre paciente y terapeuta, permitiendo que el primero exprese con lenguaje físico sentimientos y emociones que muchas veces quedan atrapadas y luchan por encontrar una voz, necesariamente mediada a través del Canal lógico y racional. Permite, por tanto, consolidar la relación y llevarla a un nivel más profundo que llega al laberinto de la vida más íntima, todo gracias al poder inmaterial del sonido y sus múltiples y sugerentes evocaciones, que varían de persona a persona. por persona.

Después de todo, no es ningún secreto que liberar emociones ayuda enormemente a la persona y a su bienestar físico y psicológico. Basta pensar en el poder liberador del llanto, una verdadera panacea no solo para nuestra psique sino también para el cuerpo ...

¿Qué es la musicoterapia específicamente?

La musicoterapia, como se anticipó, mediante el uso de elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) tiene como objetivo estimular las diferentes áreas cerebrales para favorecer y satisfacer las necesidades físicas, emocionales, cognitivas y sociales del individuo y mejorar su calidad de vida. , la relación con uno mismo y la dimensión social e interpersonal.

La musicoterapia, que se caracteriza por ser activa y receptiva, actúa en diferentes ámbitos, entre los que se encuentran la comunicación, la motricidad, las relaciones, el aprendizaje, la expresión, gracias al lenguaje sonoro musical y sus estímulos no verbales, capaz de solicitar respuestas efectivas y espontáneas, fruto de una relación en la que ambas partes deben reconocerse y conectarse, dando lugar a un encuentro de conocimiento de uno mismo y del otro.

  • Musicoterapia activa: corresponde a la acción activa de tocar La interacción entre paciente y musicoterapeuta se centra en la producción directa de sonidos mediante el uso de la voz, instrumentos musicales u objetos simples;
  • Musicoterapia receptiva: se basa en cambio en "escuchar sonidos y piezas musicales. Sin embargo, no es una actividad" estrictamente pasiva ", ya que este segundo tipo estimula una serie de acciones específicas, incluida la percepción y la imaginación a través del procesamiento de diversas melodías y los sonidos propuestos.


La elección de uno u otro tipo depende en gran medida de las características del paciente, por ello es fundamental que el terapeuta entre en contacto con él y sus peculiaridades más íntimas.Obviamente, el camino a menudo media tanto en disciplinas como en enfoques.

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¿Cómo ocurre el proceso?

El enfoque terapéutico se basa en la intención de despertar la ISO, que es la identidad sonora a través de diversas manifestaciones musicales. Al igual que ocurre con los perfumes, los sabores, los eventos y las personas, que son capaces de despertar recuerdos, pensamientos y sensaciones, la música también puede jugar un papel central en la estimulación de una respuesta sensible, emocional y cognitiva que a veces resulta más eficaz que los caminos clásicos de tipo lógico-racional.

Dentro de la relación terapéutica hay en realidad dos identidades sonoras que entran en juego, la del paciente -sin duda- pero también la del musicoterapeuta, que, en primer lugar, debe iniciar el "diálogo" a través de sonidos y lenguajes musicales. trayendo a la develación del ISO de su interlocutor, que luego actuará como una herramienta inicial a partir de la cual tomarán forma muchas y variadas sensaciones como mariposas libres hacia el cielo, con efectos beneficiosos sobre el estado emocional, mental y cognitivo del individuo.

Por ejemplo, se ha demostrado que escuchar las melodías de Mozart puede tener una influencia positiva en el rendimiento mental (efecto Mozart); en general, encontrar las claves sonoras adecuadas para el paciente (ya sean piezas musicales, sonidos, melodías, voces o ruidos)) pueden favorecer el despliegue de una mayor capacidad expresiva, sensorial, relacional y de elaboración.

Los beneficios de la musicoterapia

Desde el pasado se ha reconocido el valor fundamental de la música para el bienestar interior y físico, identificado sobre todo en la capacidad de relajarse y quitar estados de tensión o agitación, y, aún hoy, aunque la musicoterapia no es reconocida como un eficaz medicina, se recomienda su uso en algunas situaciones patológicas y parafisiológicas para mejorar la condición física, aliviar síntomas complejos y variados, calmar dolencias y dar un mayor estado de calma y bienestar.

Varios estudios e investigaciones han demostrado a lo largo del tiempo que la música tiene el poder de intervenir en el cerebro y en las actividades de las neuronas, que son estimuladas y empujadas a la producción de betaendorfinas, las hormonas del buen humor que pueden actuar como analgésicos naturales. En particular, desde el punto de vista cerebral, la música favorecería la concentración y la capacidad de cálculo.

Pero no solo eso, los sonidos y las melodías también pueden ser buenos para la presión arterial, la circulación, la respiración y la digestión. La musicoterapia también es especialmente útil para tratar casos de insomnio, ansiedad y depresión, así como para aliviar el dolor en los enfermos terminales y estimular a las personas discapacitadas o con patologías o traumas importantes.

Tratamiento adyuvante de algunas dolencias.

Luego, hay algunas patologías específicas que pueden verse afectadas positivamente por el efecto de la musicoterapia, entre las que se mencionan la dislexia, el autismo, la psicosis, las patologías psíquicas o el Alzheimer.
No debe sorprenderle entonces, el hecho de que represente un tratamiento de rehabilitación también para quienes padecen discapacidades motoras o trastornos alimentarios.

También es útil en el embarazo.

La musicoterapia también puede ser una ayuda perfecta durante el embarazo para favorecer el desarrollo físico y mental del feto y relajar a la futura madre.

La audición del feto comienza a desarrollarse alrededor de la semana 27 de embarazo, por lo que a partir de ese momento puede ser útil que el feto escuche música, preferiblemente clásica: por ejemplo, las sonatas de Chopin y Mozart son ideales porque son basado en una secuencia musical simple, lineal y estimulante. En general, es bueno optar por piezas musicales con un ritmo dulce y delicado, evitando aquellas demasiado agresivas o excitadas que puedan llevar a la agitación.
En este caso, la música es un vínculo precioso entre la madre y el niño, una especie de primer canal de comunicación, aunque, hay que recordarlo, la voz de la madre es la mejor herramienta para establecer una conexión entre los dos.

También es una ayuda concreta para los bebés prematuros o en los primeros meses del recién nacido.

Musicoterapia y niños

Incluso en los niños, la música puede tener una relevancia que no debe subestimarse, especialmente si tienen dificultades de comportamiento o problemas psicológicos. Por ejemplo, puede actuar como calmante, estimular la creatividad, mejorar las habilidades de relación, desempeñando también un importante papel social de agregación y cohesión.

También es muy útil en casos de dislexia o autismo, aportando un nuevo lenguaje con mil potenciales capaces de estimular esferas cognitivas y emocionales que el enfoque racional-lógico quizás no sea capaz de mover.

En general, la música representa un medio de expresión muy eficaz para los más pequeños, pero también para los niños mayores, hasta la adolescencia. El conservatorio y el estudio de un instrumento musical solo pueden conducir a un enriquecimiento de la vida interior, social y emocional del niño, ayudándolo a cultivar una pasión que lo acompañará durante toda su existencia pero también a estimular una parte más creativa y lógica. del mismo tiempo. El estudio de la música es de hecho una disciplina que requiere compromiso, perseverancia y rigor, permitiendo que los más pequeños aprendan de inmediato la importancia del método y el trabajo para alcanzar el éxito y la satisfacción en todos los ámbitos de la vida. Es por ello que esta disciplina debe incluirse en todas las escuelas para fomentar el desarrollo de una predisposición al lenguaje sonoro y musical y así iniciar a las nuevas generaciones en una sensibilidad y un enfoque lleno de potencialidades y beneficios en varios ámbitos.

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