Kéfir: la bebida del bienestar

La palabra kéfir proviene del turco "keif" que significa "sentirse bien". El kéfir es una bebida fermentada a base de leche de cabra, oveja o vaca, y contiene cepas de levadura y bacterias beneficiosas que le confieren propiedades antibióticas.

El kéfir también es rico en vitaminas, minerales y aminoácidos. Contiene tiamina, vitamina B12, calcio, magnesio, fósforo, ácido fólico y vitamina K2. También es un excelente recurso de biotina, un tipo de vitamina B que ayuda a asimilar otras vitaminas B.

Originario del Cáucaso, todavía es muy popular en la ex Unión Soviética.El kéfir tradicional se prepara con leche fresca y enzimas o gránulos de kéfir, compuestos por un polisacárido llamado kefiran, que alberga colonias de bacterias y levaduras en asociación simbiótica.

Además del kéfir tradicional, también existe uno elaborado con otros líquidos con contenido de azúcar como la leche de soja o de arroz e incluso solo con agua azucarada. El producto terminado no es como un yogur real, pero tiene un sabor más ácido, refrescante y contiene diferentes microorganismos.

Esta bebida es considerada un alimento milagroso para nuestro organismo, porque garantiza el buen funcionamiento del intestino, ayuda a prevenir alergias y a absorber vitaminas esenciales, contiene triptófano que tiene efectos terapéuticos sobre el sistema nervioso y, gracias a las vitaminas B y K, actúa como antioxidante. Además, al ser bajo en lactosa, también puede ser ingerido por quienes son intolerantes.

Por tanto, es especialmente indicado para las personas que necesitan energía o para las que se recuperan de un tratamiento antibiótico, las personas mayores y especialmente las mujeres embarazadas, gracias a su contenido en ácido fólico, fundamental para el correcto desarrollo del feto.

© Thinkstock

Ver también Alto en proteínas pero bajo en calorías: descubre los beneficios de la leche de avena