Aprender a ser paciente

¿Para qué sirve la paciencia?

Capacidad para perseverar, perseguir un sueño, saber esperar sin perder los estribos, la paciencia es preciosa en el día a día, te permite afrontar los mil momentos de espera en el día o en la vida, con tranquilidad.

¿Cómo aprender a ser paciente?

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Lo importante es intentar no apresurarte y querer todo de inmediato, tienes que marcarte unas mini-metas muy concretas para afrontar las situaciones que conoces perfectamente.

En situaciones cotidianas que no dependen de ti

En estos casos, para no perder la paciencia, la consigna es relativizar e intentar ver el lado positivo de la situación. Una fila de espera que se prolongue, por tanto, puede ser una oportunidad para hablar con tu hijo que te acompaña a ir de compras, o para observar cómo se visten las personas que te rodean. Si estás en la calle, ¿por qué no miras hacia arriba y observas los lugares donde estás, por donde quizás has pasado mil veces, pero que nunca has mirado realmente? Puedes apostar, descubrirás un detalle que nunca antes habías visto. O bien, podrías intercambiar algunas palabras con tus vecinos en la cola, aunque solo sea para quejarte de la lentitud de la cola, la desorganización ... ¡de esta forma podrías crear un ambiente más relajado!

Si los que te rodean te hacen esperar

Tu hijo que no se mueve, el colega que se lo toma con calma, tu él que nunca está listo mientras estás fuera y esperando un rato, una persona mayor que busca las palabras ... son innumerables las ocasiones en las que, a pesar de todo la buena voluntad y el cariño que sientes por tus seres queridos, te gustaría que las cosas fueran más rápido. En estos casos, si ya sabes que vas a perder los estribos, juega de antemano tratando de hablar con la persona interesada, explicándoles que no debe irritarse si muestra pronto su nerviosismo. Si puede, busque algo que hacer mientras espera. Así tendrá menos la impresión de haber perdido el tiempo.

Ser realista

No crea, por tanto, que podrá ser paciente durante la noche. No crea que mostrar lentitud a la persona que espera con regularidad cambiará su actitud o que su hijo ya no llorará por la noche.

Y ser realista también significa aceptar el hecho de que no vas a cambiar de pareja, que muchas veces los eventos no dependen de ti, pero también que, a veces, ¡es posible mejorar las cosas! Si puede, por tanto, no dude en proponer soluciones concretas para acelerar la situación. Avanzando paso a paso, el sentimiento de impaciencia lo dominará menos y, gradualmente, aprenderá a ser más paciente.

Cuando las cosas no dependen de usted y no hay nada que pueda hacer para mejorar la situación, ¡intente relajarse! Claro, es más fácil decirlo que hacerlo, pero es muy útil. No tienes que salvar el mundo, tu intervención o tu impaciencia no harán avanzar las cosas más rápido, así que trata de distraerte y no pensar en lo que te llame la atención, busca otra ocupación concreta. Esta actitud será de gran utilidad para aprender a tolerar mejor los defectos ajenos.

Y luego, todo el mundo sabe: "¡La paciencia es la virtud del fuerte ...!"

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