Fertilización asistida: estimulación hormonal

Como explica el profesor MarcoFilicori, Catedrático de Ginecología y Obstetricia en la Universidad de Bolonia y experto en MAP a nivel internacional, normalmente el ciclo natural conduce a la maduración de un solo folículo con la producción de un solo ovocito, mientras que con la estimulación hormonal es posible obtener una especie de "mejora" de ovulación, lo que aumenta las posibilidades de concepción, sea cual sea la técnica utilizada. Naturalmente, la administración de hormonas debe ser dirigida y correctamente calibrada, especialmente en el caso de la inseminación intrauterina: con esta técnica, la producción de un número excesivo de ovocitos podría, de hecho, implicar el "riesgo" de embarazo múltiple.

© Thinkstock Durante el ciclo de estimulación se monitorizan constantemente los efectos sobre la ovulación: se monitoriza el desarrollo y maduración de los folículos con una serie de ecografías, para que el ginecólogo pueda comprobar que todo va bien.
Las hormonas utilizadas para la estimulación son absolutamente seguras, enfatiza el Prof. Filicori; en la práctica son los mismos que los producidos naturalmente por la gestante y en todo caso se eliminan del organismo en pocos días, con la eliminación de cualquier posible riesgo para el embrión que será transferido al útero.

© Thinkstock Por tanto, este procedimiento no es tan agresivo como se cree, y también suele durar menos de 2 semanas. En la práctica, los efectos secundarios también son nulos y el nerviosismo que a veces se encuentra durante el ciclo de estimulación se debe principalmente a la emocionalidad y tensión asociada a un proyecto tan importante.

En cuanto a las probabilidades más generales de obtener un embarazo a través de un MAP, los datos muestran que las tasas de éxito están estrechamente ligadas a la edad de la mujer: entre los 30 y los 35 años rondan el 40%; entre 40 y 44 bajan al 20%, mientras que por encima de 44 se vuelven muy escasos.

En colaboración con El Portal de la Salud