"Feo, truzza y vulgar": las críticas - machistas - a Emma Marrone que estamos cansados ​​de escuchar!

A estas alturas ya lo sabemos: es uno de los deportes favoritos de los italianos, el de tocar leones de teclado, dirigiendo epítetos coloridos y nada amables a figuras públicas y estrellas del espectáculo, que, mire un poco, siempre son mujeres. En los últimos días tocó a Vanessa Incontrada, fuertemente criticada por su peso, y ahora le toca el turno a Emma Marrone, personalidad optimista de la canción italiana, siempre conocida por su temperamento franco y sincero, y por esta muy querida. Sin embargo, la moda de la "persistencia a través de las redes sociales, ahora cada vez más en boga, también ha tocado a la ex cantante del equipo de Amigos. ¿La pregunta? Unas tomas publicadas en Instagram que ven a Marrone como la protagonista con un vestido decididamente más sensual y atrevido de lo habitual y que, al parecer, habría molestado a algunos usuarios visiblemente no acostumbrados a lucir educación y amabilidad.

"Pero piensa en cantar que ni siquiera puedes hacer eso", truena un seguidor bajo una de las imágenes publicadas por Marrone, seguida de otra, según la cual Emma "representa la generación que nos rodea, soberbia y soberbia", todo sazonado con juicios poco edificantes aquí y allá, incluyendo "Truzza", "vulgar" e incluso una invitación a taparlo ya que se considera feo. ¿De verdad? Sí, así: antes se quejaban de su actitud marimacho y falta de encanto, ahora, que ha demostrado -aunque no había necesidad- de ser súper femenina y sensual, sin embargo, parece no cumplir con los altísimos estándares de los muy pretenciosos habitantes de la red. . Pero, ¿cuándo pueden las mujeres ser libres para ser como son sin tener que responder a las expectativas de los demás y ajustarse a deseos que no son los suyos, los únicos que realmente importan?

Nos gustaría no ser analizados constantemente por nuestro peso, la imagen que queremos dar, el tiempo que pasa y la ropa que usamos - o no usamos ¿Es tan difícil?

Emma, ​​sin embargo, como siempre, pudo contrarrestar con una lección de dignidad, devolviendo las ofensas al remitente: "Yo también seré un truzza ... camionero ... pero tú eres el espejo de una mala sociedad, grosera e infeliz". En resumen, Emma, ​​te queremos, ¡hagas lo que hagas o quieras ponerte!