Fenómeno de la ballena azul: 8 consejos para ayudar a una persona que se autolesiona

El fenómeno de la ballena azul representa lo que un padre nunca querría que le sucediera a su hijo. Un juego de dolor y autolesión, de miedos y soledad. Un desafío paso a paso que llevó al suicidio de unos 157 adolescentes en Rusia y que parece estar apareciendo también en Italia con el caso del joven de Livorno.
La ballena azul nos aterroriza más cuando nos damos cuenta de que las familias afectadas por este inquietante desafío no han podido ni han podido ayudar a sus hijos, completamente aislados en su mundo de horror.

La autolesión ha acosado a muchos adolescentes, desde siempre, desde antes de la Ballena Azul, desde antes de internet; adolescentes que parecen fascinados y hechizados por ella. Imagínense que en Europa y el Sudeste Asiático es una de las principales causas de muerte de los adolescentes. Con nuevos y potentes medios digitales, este fenómeno ha sido un objeto desmotivado de espectacularización, que alcanza su punto máximo de locura con el Blue Whale Challenge. Y nos sorprende aún más saber que los actos de autolesión en Italia van en aumento, como informó el Telefono Azzurro, que en el primer trimestre de 2017 tuvo que lidiar con 59 casos de autolesiones, 43 de ideación suicida y 9 de intento de suicidio.

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Una primera campana de alarma, una pequeña señal que puede ayudarnos a comprender lo que está pasando, es el silencio de la persona atrapada en este universo, el cierre al que se obligan los adolescentes. El propio Telefono Azzurro nos dice que es fundamental enseñar a los niños a ser cautelosos con quienes quieren obligarlos al silencio y al aislamiento, solo así podremos sembrar una pequeña semilla en un suelo tan fértil y sensible como a esa temprana edad. Si tenemos alguna duda, o si nos sentimos realmente agotados en un período difícil y propensos a lastimarnos, aquí hay 8 consejos importantes a seguir, directamente del asistente técnico.

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1. En lugar de pensar, ¡hazlo!

En lugar de pasar horas pensando y rumiando, concéntrate en algo simple. Sal, da un paseo, haz algo relajante que sepas que te hará sentir bien. Esto no significa dejar de lado los problemas, es poner el acento, por un momento, en uno mismo y no en lo que nos aflige.

2. No olvides que tu percepción está alterada en este momento.

¿Tienes la sensación de estar solo y perdido? ¿Tienes la sensación de que no encuentras una salida y que estás completamente jodido? En momentos de dificultad como el que estás viviendo es posible que suceda. Pero se llaman "momentos" precisamente porque son transitorios, así que Pasarán, no temas que estás sintiendo que ahora te devuelve a una condición irreal, que desaparecerá.

3. Evita la soledad

La soledad, de hecho, el aislamiento, es un terreno fértil para la aparición de malestar y pensamientos autodestructivos. Si ya se siente predispuesto a esta condición, trate de estar en compañía e intente, con todas sus fuerzas, pedir ayuda. Puedes hacerlo.

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4. Desarrolle fuerza pensando en lo que es capaz de hacer

Trate de pensar localmente sobre todo lo que pasó en su vida y recuerde cuándo lo hizo, incluso las cosas simples. Hágase preguntas como: ¿Qué me ayudó? ¿Cómo lo hice? ¿Qué recursos utilicé y luego busqué todos? las respuestas, están ahí, dentro de ti

5. ¿Qué pasa si ayudas a alguien?

Piense si un ser querido se encontraba en una situación como esta. ¿Qué le recomendarías? ¿Qué le gustaría decirle y transmitirle? Pensar desde afuera puede ayudar.

6. Evita lo que te da negatividad

Si estás en un lugar que te recuerda los malos tiempos, vete; si escuchas una canción en la radio que inmediatamente te entristece, cambia; Si conoces a alguien que te pone de mal humor, busca una excusa y saluda. No te fuerces a hacer cosas que no te hagan sentir bien, en este período mimado solo con momentos de relajación.

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7. Comparta su situación con alguien en quien confíe.

Si tienes miedo de que no te entiendan, o peor aún de que te juzguen, confía en alguien en quien confíes: un padre, un amigo, un amor, un apoyo externo. Compartir ya te hará sentir mejor y más protegido.

8. Pide ayuda

No tengas miedo, no te desanimes. Si está considerando autolesionarse o suicidarse, o si conoce a alguien que vive con esta afección, intente brindarle todo su apoyo, pero no asuma toda la responsabilidad usted mismo. Pedir ayuda es un acto de amor, que se puede compartir, llama o informa a tu amigo de la posibilidad de contactar con Telefono Azzurro al número siempre activo 1.96.96 oa través del chat (activo todos los días de 8:00 a 22:00 horas). : 00 y sábados y domingos de 8:00 a 20:00) Nunca estás solo, ni siquiera cuando estás enfermo.

Fuente: El presidente de Telefono Azzurro Ernesto Caffo

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