Repintar las paredes de la casa

Hágase las preguntas correctas

Repintar las paredes no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Antes de empezar el trabajo hay que pensar seriamente en el resultado que se quiere conseguir en cuanto a color, aspecto final, detalles. Solo así podrás decidir qué técnicas y qué productos utilizar.

Prepara la pared

La pared a pintar debe ser lisa, limpia y compacta. Para prepararlo, puede proceder de varias maneras:

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- Si la pared está cubierta con papel pintado, no hay muchas salidas: hay que despegarlo. La mejor forma de hacerlo es utilizar la máquina especial, que puedes comprar o alquilar en las tiendas de bricolaje, y luego eliminar los residuos raspando la pared con una espátula. Una vez que se haya despegado todo el papel tapiz, extienda una capa de yeso, alise la pared y pinte.

- Si ya hay una capa de pintura en la pared, puede alisar los agujeros y grietas con papel de lija (luego deberá cerrarlos con masilla), o cubrir las superficies a enlucir con una pintura gliceroftálica opaca y diluida ( si la pared tiene restos de grasa, extiende dos capas).

- Si ha cerrado las huellas de agujeros con tiza, espere hasta que esté completamente seco y luego píntelo con pintura acrílica. Solo en este punto puede aplicar una capa de yeso.

Pasar el yeso

Esta operación consiste en extender una o más capas de yeso sobre la pared, para que la pared a pintar quede perfectamente lisa. Si la pared está en buen estado, puedes aplicar el yeso solo en las zonas que tengan pequeñas imperfecciones (agujeros, grietas), pero si está muy deteriorada tendrás que enyesar toda la pared.

Hay varios tipos de yeso:

- Yeso civil y yeso rústico (este último se debe utilizar solo en casos especiales: puertas o ventanas).

- El yeso en polvo (que hay que mezclar con agua) o el yeso premezclado listo para usar.

Lijar la pared

Cuando la pared esté perfectamente lisa, lijarla con papel de lija de grano fino. Al igual que con el yeso, puede alisar toda la pared o limitarse a áreas con imperfecciones. No olvide que el polvo producido por el lijado es perjudicial para la salud, use siempre una máscara protectora.

La pintura

Existen varios tipos de pintura:

- La pintura acrílica

Esta pintura tiene numerosas ventajas: es la menos peligrosa y, con mucho, la menos contaminante. Bastante económico, es muy fácil de usar, sin embargo no es adecuado para habitaciones húmedas como el baño.

- La pintura de glicerol

Esta pintura cubre perfectamente y te ayudará a eliminar cualquier rastro de humedad o suciedad. Es especialmente adecuado para baños y revestimientos de puertas y ventanas exteriores.

Ya sea que haya elegido pintura acrílica o gliceroftálica, para esparcirla necesita obtener:

- un rodillo, para la pared y el techo

- un pincel, para bordes y acabados

- un recipiente rectangular del que extraer la pintura con el rodillo.

No olvides diluir la pintura acrílica con agua y la pintura de glicerol con el disolvente White Spirit.

La elección de colores y apariencia.

Intente combinar colores y matices armoniosamente. Si tiene miedo de equivocarse o si sus habitaciones no son lo suficientemente luminosas, vaya a lo seguro y elija un blanco opaco, que le dará mucha luz a su entorno. Recuerde también que los colores claros hacen que los espacios parezcan más grandes.

Dependiendo del efecto que quieras conseguir, la pintura que necesitarás utilizar puede ser uniforme y opaca o brillante y satinada. Si eres lo suficientemente valiente también puedes probar el acabado de pátina, una técnica que da profundidad a las paredes y hará que tu interior sea más auténtico.

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