Psicomotricidad para niños de 0 a 6 años: todo lo que necesitas saber

La psicomotricidad infantil es una actividad infantil nacida en los años sesenta en Francia y desarrollada en los ochenta en Italia. Hoy en día es una terapia muy extendida y apta para todos los pequeños de la casa. Puede interpretarse como una intervención terapéutica en el caso de trastornos neurológicos, pero también puede entenderse como un viaje divertido dentro del contexto escolar. Para los niños, todo es un juego, ¡este video explica cuántos beneficios puede aportar a su crecimiento!

Psicomotricidad infantil: jugar con el espacio

El término psicomotricidad combina dos entidades fundamentales para el crecimiento de un niño en edad de desarrollo: el movimiento y el estudio de diseño que lo sustenta.
Por tanto, la psicomotricidad podría definirse como el medio de expresión que el niño tiene a su disposición en sus primeros años de vida para relacionarse con el entorno que le rodea. Es gracias al movimiento que el pequeño aprende a conocer sus propios límites y los del otro; Basta pensar en un recién nacido que tiende a acercarse más a su madre o padre, o los primeros pasos que da tímidamente alrededor del primer año de edad. Detrás de estos cambios hay cálculos invisibles y complejos que van de la mano con el desarrollo emocional y cognitivo del niño.

¡El movimiento no es solo un mero acto mecánico, sino también una acción realizada a nivel mental y que se implementó para explorar y ser feliz y despreocupado! En definitiva, para nuestros pequeños todo es realmente un juego, incluso la bicicleta.

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¿Para qué sirve la psicomotricidad en la edad del desarrollo y a quién va dirigida?

Los primeros años de la vida de un individuo son fundamentales desde muchos puntos de vista. Ciertamente es un período muy 'intenso' para un niño, porque se desarrollan áreas motoras, emocionales y cognitivas y es aquí donde encaja la disciplina neuromotora.

Precisamente porque es en el período de la infancia que el lenguaje corporal tiene un mayor valor que el de las palabras, al aplicar la psicomotricidad ya en una edad temprana en forma de juego, los niños podrán desarrollar una mayor confianza en sus habilidades, mejorar la concentración. en casa y en casa, en la escuela y en general ser más feliz y más sereno.
La disciplina ayuda a los niños de 0 a 6 años a armonizar el cuerpo y las emociones, así como los aspectos cognitivos. Este grupo de edad es el que mejor responde a las actividades propuestas, pero también se puede extender hasta los 8 años, a partir de los 8 meses de vida (cuando el niño se acerca al entorno gateando).

El objetivo final de los educadores es hacer que los niños se sientan mejor consigo mismos, y este sentimiento se activa cuando tienes más confianza en tu cuerpo en el espacio y en la relación con los demás. Por tanto, no solo el equilibrio y la coordinación, sino el crecimiento que también se desarrolla en la autoestima.

La psicomotricidad en edad evolutiva está dirigida a todo el mundo de la infancia, pero en particular a aquellos sujetos tímidos, inseguros, con dificultad para concentrarse o que incluso presentan patologías como retraso psicomotor, retrasos cognitivos y del lenguaje, trastornos del comportamiento, etc.
Para diversificar los enfoques según la asignatura, se distinguen la psicomotricidad educativa y la psicomotora terapéutica.

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Psicomotricidad educativa y psicomotricidad terapéutica: modelos de comparación

Empecemos por la psicomotricidad educativa, una práctica recomendada para todos y especialmente indicada para niños en edad preescolar que tienen dificultades para relacionarse o para niños hiperactivos.
Esta disciplina apoya al niño y su desarrollo fisiológico y se practica en las escuelas infantiles y primarias de primer grado con cursos especiales impartidos por especialistas, muchas veces externos al profesorado. Objetivos y resultados del curso: mayor autoconciencia, confianza en las propias habilidades, desahogo de la ira y frustración en el juego, mejora de la concentración útil en la escuela. En general, a través de la psicomotricidad educativa se puede aprender a afrontar retos y a relacionarse con la posibilidad de fracasar.
Analicemos ahora la psicomotricidad terapéutica-rehabilitadora que, a diferencia de la anterior, se desarrolla puramente en hospitales o centros de rehabilitación. Mientras que en el primer modelo se estructura un curso colectivo, con psicomotricidad terapéutica el especialista se centra en el individuo individual (como máximo en grupos reducidos); Dependiendo de las necesidades del niño, también puede ser necesaria la participación de la familia. Objetivos y resultados del curso: tratar de reducir al máximo las patologías y trastornos presentes en el interesado, ayudar al desarrollo del lenguaje si existen retrasos y permitir la expresión motora en un espacio tranquilizador.

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La típica sesión de psicomotricidad

Se establece un camino psicomotor infantil con la figura de referencia, quien, según los sujetos involucrados, establecerá los modos y tiempos más adecuados. En general, estos cursos pueden durar varios meses, de forma semanal o quincenal, durante una hora de lecciones. Si se organizan por escuelas, tienen un precio asequible para todas las familias y normalmente se pueden dividir en algunas cuotas distribuidas a lo largo del año, mientras que en contextos privados el precio puede aumentar ligeramente.
La sesión de psicomotricidad sigue unas reglas bien definidas, que se repiten para todas las lecciones; sólo así el niño entra en contacto con el método y encuentra seguridad en los gestos que se repiten exactamente semana tras semana.

Normalmente la lección se caracteriza por 3 fases: bienvenida, donde el niño se sienta con sus compañeros y cuenta historias y vivencias. Una fase motora en la que juegas moviéndote en el espacio y con los objetos de la habitación. Finalmente, una fase final centrada en la representación; luego de haber desahogado la innata necesidad de los niños de moverse, la figura del psicomotricista propone algunas alternativas como hacer construcciones de plastilina con sus propias manos, dibujar, colorear ... todas actividades que permitan al niño expresarse creativamente pasando del plano físico al psíquico.

¿Con qué juegan los niños en la habitación? Telas, cojines, esteras, tizas, cubos grandes, construcciones. Objetos seguros pero hechos de diferentes materiales, todos para ser manipulados y explorados.

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La figura del psicomotorista

Es la persona de contacto quien dicta los tiempos y métodos del viaje; Tiene una tarea muy específica, que es interpretar las necesidades del niño e intervenir a través del juego en el desarrollo de las áreas neurológica, motora y relacional de los niños. Para que la psicomotricidad tenga efectos positivos en la asignatura, es fundamental poder contar con un profesional certificado que estructura las lecciones de forma estudiada. Normalmente, el psicomotor se identifica con el acrónimo TNPEE, que es un terapeuta neurológico y psicomotor relacionado con la edad que tiene una licenciatura en ciencias motoras más un posgrado de maestría en psicomotricidad.

Opera en el ámbito educativo, que puede ser tanto escolar como socio-sanitario y se encarga de prevenir y tratar todos los problemas motores, comportamentales y relacionales que se presentan en los niños en edades tempranas.
Para trabajar en contacto con los niños en esta área, ciertamente se requieren conocimientos de pedagogía, psicología, neurología, anatomía y neuroanatomía, así como neuropsiquiatría. Como puede ver, las habilidades requeridas son muchas, pero hablando de la edad de desarrollo, son cifras indispensables para lograr excelentes resultados.

No es posible improvisar la psicomotricidad, pero es posible realizar actividades de psicomotricidad sencillas en entornos protegidos que pueden ser útiles en la gestión del tiempo con los niños; veámoslos juntos divididos por grupos de edad.

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Actividades de psicomotricidad para realizar en casa con niños pequeños

En general, se aplican algunas reglas simples: disponer de grandes espacios sin peligros para los niños, posiblemente habitaciones coloridas llenas de objetos de diversas texturas y materiales. ¡Te damos algunas sugerencias dependiendo de la edad de tu hijo, para pasar hermosos momentos juntos que beneficien tanto a ti como a él!

Psicomotricidad 0 años - bebés de 8 meses en adelante
Los bebés se mueven en el entorno de forma limitada, pero esto no impide que sean estimulados por sus padres o por el cuidador.
Prueba a partir del momento del cambio: en el cambiador, míralo a los ojos unos instantes e intenta moverte de un lado a otro. Esta actividad lo ayudará a seguirlo empleando nuevos músculos y calibrando el espacio a su alrededor.
El mismo movimiento se puede proponer con objetos en colores vivos o en contraste como el blanco y el negro.

Psicomotricidad 0-3 años
A esta edad, el niño crece visiblemente y adquiere nuevas habilidades cada mes. Dependiendo de su edad, puedes ofrecerle actividades cada vez más complejas y con un mayor grado de dificultad. Todavía necesitan su apoyo: su presencia en la habitación para agarrar un objeto los hará sentir más seguros y confiados en sus habilidades.

¿Un simple juego de psicomotricidad para los más pequeños? El juego del cuco, que trabaja sobre el concepto de permanencia de un objeto. Cuando el bebé tenga unos meses más se le puede proponer juegos de manipulación, poniendo en sus manos objetos de diferentes formas y materiales.
Alrededor de un año de edad, un juego muy educativo es el cofre del tesoro, que se puede reproducir fácilmente en casa con objetos de uso común.
Para los niños 'mayores' de 2 y 3 años, una actividad muy divertida que potencia sus capacidades sensoriales es la carrera de obstáculos: crea un camino divertido con elementos del hogar (por ejemplo una silla, un colchón, almohadas y un tubo en el que deslizarse) por encima del cual el niño puede relacionarse con los obstáculos con los pies descalzos. Otros juegos que le puedes ofrecer son caminar con los pies uno frente al otro sobre una cinta de papel colocada en el suelo y organizar una competencia de bolos en casa con botellas vacías.
Como se puede deducir, cuanto más crece el pequeño, ¡más complejas y atractivas se vuelven las actividades!

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Actividades de psicomotricidad para realizar en casa con niños de 3 a 6 años

Probablemente este rango sea en el que se pueda estimular al máximo a los niños. Es la edad de jugar solo y con otros, de la imitación de los adultos y el desarrollo de la coordinación ojo-mano.
Las actividades lúdicas que se propondrán, en comparación con las fases evolutivas anteriores, son más 'difíciles' e involucran más esferas.

Piense en su infancia: ¿quién nunca ha jugado a saltar la cuerda? Este es un excelente pasatiempo para aumentar las habilidades motoras al relacionarse con el espacio alrededor y con otros niños. Otras actividades pueden ser juegos entrelazados, juegos de imitación de animales, emulación de versos y movimientos, y búsquedas del tesoro que se desarrollan en todas las estancias de la casa. Todo ello acompañado de explicaciones y reglas de juego, que ayudarán a tus pequeños a enriquecer su vocabulario y a expresarse cada vez más correctamente.

Recuerda que para pasar tiempo de calidad con tus hijos, es bueno limitar al máximo el uso de tabletas y dispositivos electrónicos, que mantienen a los pequeños alejados de moverse y relacionarse con el entorno externo, que hemos argumentado que es innato y esencial para el correcto desarrollo neuromotor.

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