¡Mon amour snack! Todo lo que necesita saber sobre por qué es importante que los niños lo hagan

La buena nutrición siempre incluye cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, cena y dos refrigerios. Sin embargo, con demasiada frecuencia, los sándwiches entre una comida y otra se olvidan o subestiman.

Especialmente para los más pequeños, distribuir la energía y los nutrientes de forma correcta y equilibrada es importante para comer y sentirse bien. Estos pequeños bocadillos, uno a media mañana y otro a media tarde, te permiten llegar a tus comidas principales con menos hambre, lo que te permite tener más control sobre lo que comes.

Cinco comidas al día son buenas para la salud

Numerosos estudios e investigaciones han demostrado que entre dos sujetos, que consumen la misma dieta, aquellos que distribuyen calorías y energía en 5 comidas diferentes, en lugar de solo en las ocasiones de almuerzo y cena, tienen niveles más altos de colesterol, azúcar en sangre e insulina. tolerancia a la glucosa.

También se recomienda tomar un par de bocadillos durante el día, según la terapia dietética moderna, para prevenir y combatir la diabetes y diversos trastornos cardiovasculares, respiratorios y digestivos.

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Comer un bocadillo trae alegría

¿Sabías que comer un bocadillo también ayuda a tu estado de ánimo? Los estudios han demostrado que los carbohidratos, que nunca deben faltar, también sirven para controlar el estrés porque estimulan al cerebro a producir serotonina, o "la" hormona del buen humor ".

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Evidentemente, un tentempié saludable no debe carecer de una pequeña cantidad de proteínas y una pequeña cantidad de grasas, especialmente para los más pequeños que practican deporte todos los días, imprescindibles para aportar energía y aportar valiosos ácidos grasos esenciales y favorecer la absorción de vitaminas liposolubles.

La hora del descanso

Muchos niños no están acostumbrados a desayunar o lo hacen, pero son muy pobres. Precisamente por eso la merienda de media mañana es fundamental para muchos de ellos, de esta forma no se arriesgarán a llegar a la hora de la comida cansados, nerviosos y hambrientos por engullir una cantidad excesiva de comida de calidad inadecuada.

¿Dulce o salado?

Los más pequeños deben acostumbrarse a alternar entre bocadillos dulces y salados. De esta forma no se introducirá ni demasiada azúcar ni demasiada sal durante la semana. Enseñarles a comer alimentos de diferentes sabores y texturas es la mejor manera de acostumbrar su paladar a la variedad de alimentos.

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Aprovecha la hora de la merienda para enseñarle a tu hijo los hábitos alimenticios correctos: nunca comas un bocadillo mientras estudias o miras la televisión, come lo que te proponga la madre y no lo que pasa y, por último, mastica despacio.

Disipemos los falsos mitos

Disipemos ciertos mitos: los bocadillos de hoy son mejores alimentos y más adecuados para los bocadillos de los niños tanto en composición nutricional como en ración.

Hoy en día, gracias a las raciones individuales envasadas individualmente y a las etiquetas nutricionales, es posible elegir el producto más adecuado para el niño, tanto en función del valor energético y gustativo, como en caso de alergias o intolerancias.

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Un refrigerio varía de 100 a 150 calorías, menos que los tradicionales como el pan y el jamón o la pizza, pueden llegar hasta las 200-250 calorías. Además, gracias a la reducción de calorías, es posible combinar estos productos con frutas, yogur, leche o zumos de frutas. De esta forma tu bebé siempre comerá cosas diferentes y nunca aburridas.

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