Dificultades y ventajas de saber perdonar
¿Qué es el perdón?
Una decepción, una gran humillación, una traición son difícilmente perdonables. Un acto de valentía para algunos, o de debilidad para otros, el perdón puede restaurar el vínculo con la persona que amamos. Un vínculo ahora hecho de resentimiento, amargura y odio. Saber perdonar significa pasar página y dejar ir los resentimientos y los malos entendidos. Y también significa aceptar los errores de los demás. Si pensamos que todos pueden cometer errores, se vuelve imposible odiar al otro y, en algunos casos, llegamos incluso a admitir que tenemos una parte de responsabilidad por lo sucedido. Saber perdonar significa básicamente mostrar una gran tolerancia y amplitud de miras, admitir el error del otro y aceptar que esa persona nos ha hecho sufrir.
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Perdonar no significa olvidar, ni comprender o excusar un defecto o un acto que nos ha herido; es mucho menos un favor que se concede "al culpable", o una forma de que él mejore y empiece de nuevo. Estas son las buenas razones para perdonar:
- Saber perdonar puede ser un acto un tanto egoísta, que uno hace por uno mismo, para sentirse más liviano y feliz, porque sabemos: el odio o el deseo de venganza nos impiden olvidar y, a la larga, desmoralizarnos.
- Saber perdonar también significa perdonarse a uno mismo y salir de un estado de intolerancia para recuperar las riendas de su propio destino. El perdón te permite quitarte una carga, deshacerte de un pasado que nos oprime, recuperar tu autonomía.
- En algunos casos, el perdón puede conducir a la reconciliación. Un amigo muy querido que nos ha ocultado algo grave, un amigo querido que nos ha puesto en una situación humillante. A veces es posible volver a conectar, alejándose de los hechos que nos han ofendido. Sin embargo, cuando se trata de amor y traición, si a menudo es posible perdonar, la reconciliación se vuelve más difícil. El perdón simplemente sirve para hacernos entender que de nada sirve regañar al ex por el fracaso de la relación, sino que debemos tomar nota del final de una historia para poder seguir adelante.
El perdón a veces es largo y doloroso, y pasa por varias etapas:
• Conciencia: te han hecho daño y empiezas a darte cuenta de ello. Algunos sufren y reflexionan en silencio, otros optan por desarrollar diferentes estrategias, racionalizar lo sucedido o se niegan a aceptar el evento.
• Reproches: ha elegido tomar conciencia de las cosas y expresar su enfado e indignación. Este es un paso doloroso pero importante para transformar posteriormente la energía negativa en positiva. Expresar el odio y la amargura que sientes es un paso necesario. A menudo sentimos una verdadera aversión por la persona que nos lastimó, lo que a veces ayuda a superar la prueba, y es normal. En cambio, es preferible no ver a la persona que nos ha hecho daño. Nos ofendió, al menos en los primeros días. Lo ideal es hablar con los seres queridos sobre lo que pasa para descargar las emociones negativas y, posiblemente, recibir consejos.
• Relativizar: luego viene el período bisagra, durante el cual se hace una especie de inventario, comenzamos a reconsiderar el hecho que nos lastimó y aprendemos a relativizar. Lo importante es alejarte de lo sucedido, evitando sentirte culpable, empiezas a aprender a despegarte del otro y a aceptar la realidad de una relación que ya se acabó.
• Perdón: es necesario aceptar este doloroso pasaje y dejar el papel de víctima. Un "amigo que te traicionó, un familiar que te lastimó, un hombre que te abandonó. Solo podrás perdonar con dos condiciones: si ya no sientes rencor contra la persona que te ofendió y si te sientes dispuesto a hacerlo". retoma las riendas de tu vida y sigue adelante. A veces el perdón puede hacerte más fuerte. Finalmente, es importante dejar pasar un tiempo antes de perdonar, para que el perdón sea una etapa natural y definitiva.
¿Tengo que perdonar todo?
La noción de perdón no depende del acto. Sin duda un crimen, un incesto, una violación, un accidente grave pueden considerarse hechos traumatizantes y por tanto imperdonables. No se trata de saber qué se debe o no se debe perdonar, sino de entender si eres capaz de hacerlo, todo es cuestión de entender y definir el perdón.
Saber perdonar, un debate abierto ...
La religión (en particular el cristianismo y el judaísmo) nos recuerda constantemente que debemos aprender a perdonar, pero sin negar la dificultad de este acto. Los seminarios de desarrollo personal también insisten en los beneficios del perdón. Pero los especialistas no siempre comparten la misma opinión. Según ellos, este concepto no tiene nada de clínico y, en los casos más graves, incluso puede representar un riesgo para las víctimas, quienes podrían sentirse responsables o culpables de sus actos. La dimensión “Zen” que caracteriza al perdón es muy complicada a nivel inconsciente. Finalmente, si pasa algo en la familia y un miembro decide perdonar lo sucedido, también corre el riesgo de ser rechazado por otros que no están dispuestos a perdonar porque no han seguido el mismo camino interior.
