Higiene íntima femenina: todos los consejos para una higiene impecable

La higiene íntima es fundamental para el cuidado y la salud de nuestro cuerpo: el sexo femenino es una zona especialmente sensible y requiere un lavado específico para evitar la proliferación de gérmenes, por lo que es una práctica ineludible para prevenir trastornos genitales (desde simples irritaciones hasta cistitis) y debe enseñarse a todas las mujeres desde una edad temprana.

  1. · ¿Cuántas veces al día es bueno lavarse?
  2. · El limpiador adecuado para tu higiene íntima
  3. Duchas vaginales: ¿sí o no?
  4. · Higiene íntima y ciclo menstrual
  5. · Consejos prácticos para una "higiene íntima impecable"

Para una higiene íntima adecuada, basta con limpiar la parte externa de la vagina con un producto específico y agua: la parte interna del aparato es perfectamente capaz de mantenerse limpia por sí misma. Durante la operación de lavado, será necesario comenzar limpiando la zona de la vulva, y luego bajar hasta el ano, evitando así arrastrar bacterias intestinales a la zona del tracto urinario que podrían provocar infecciones.

No al uso de aerosoles y desodorantes para la higiene íntima: podrían provocar enrojecimiento o alergias y ciertamente no eliminarían los malos olores, que deben ser tratados con la ayuda de un ginecólogo y no simplemente tapados (¡el resultado sería contraproducente!).

Incluso la fase de secado requiere mucha atención: es importante que la zona genital no quede demasiado húmeda. Por lo tanto, será bueno usar una toalla (¡estrictamente personal!) Y dar palmaditas en la vagina sin frotar, y luego dejar el paño. secar para evitar que los gérmenes proliferen allí.

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¿Cuántas veces al día es bueno lavarse?

Para evitar la proliferación de microbios en esta parte del cuerpo, es recomendable lavarse una vez al día. Atención, estamos hablando de un lavado externo (vulva, labios y clítoris) únicamente, el interior de la vagina - repetimos - es autolimpiante.

Puedes hacer hasta dos lavados en caso de altas temperaturas y sudoración excesiva, pero no más. Además, se recomienda un lavado externo después de cada relación sexual.

¡Cuidado con no exagerar con la higiene íntima! Si abusa del limpiador, la piel podría secarse o irritarse: repetimos, es una zona muy delicada y el exceso de limpieza puede resultar contraproducente.

El limpiador adecuado para tu higiene íntima

La vagina alberga un conjunto de bacterias que componen la flora bacteriana, cuyo equilibrio debe respetarse. Por tanto, es importante eliminar los productos irritantes y desinfectantes, que son demasiado agresivos. Por ejemplo, nunca debes usar tu gel de ducha habitual: es mejor optar por un limpiador íntimo suave, sin jabón y sin perfume, con pH neutro, que respete la acidez natural de tu vagina. Lo encontrarás en la farmacia o en el supermercado.

Tenga en cuenta que a lo largo de la vida de una mujer, el pH vaginal cambia y es por eso que cada edad debe tener su propio producto específico. En el período prepúber y durante la menopausia, por ejemplo, el pH se mantiene en niveles óptimos, es decir, alrededor de 4.5 y 5: en estos casos, por lo tanto, uno está expuesto a un mayor riesgo de infecciones. Durante la edad fértil, sin embargo, el pH es ligeramente ácido y el detergente ideal tendrá que intentar mantenerlo lo más posible: será bueno entonces elegir uno con un pH que no sea superior a 7.

El producto de limpieza debe tener una base no espumante, preferiblemente enriquecida con ingredientes activos, hidratantes o calmantes. Puede ser necesario elegir uno con acción antimicrobiana, pero solo por consejo de un ginecólogo y nunca por un período de tiempo demasiado prolongado.También existen productos específicos para quienes padecen deshidratación de las mucosas o picazón: incluso en este caso, es mejor contactar a un especialista.

En general, evite aplicar productos cosméticos no específicos para el sexo, como aceites u otras cremas. En cuanto a las toallitas perfumadas, puedes usarlas de vez en cuando, siempre que sean suaves y sin alcohol.

Duchas vaginales: ¿sí o no?

Las duchas vaginales, también conocidas como "duchas vaginales" o "irrigaciones", son un sistema para limpiar la vagina a través de una cánula de goma conectada a una bolsa o pera que se inserta en el interior de la vulva y que contiene un líquido capaz de limpiarla. El sistema, en definitiva, es similar al de un enema (¡pero ten cuidado de no usar la misma herramienta para ambas prácticas, para no propagar bacterias!).

Las duchas vaginales se venden en farmacias y se utilizan para eliminar los residuos de la menstruación o los malos olores. Algunas mujeres los practican luego de las relaciones sexuales, con el objetivo de disminuir las posibilidades de quedar embarazadas al eliminar los espermatozoides presentes en la vagina. Sin embargo, este método no solo es ineficaz como anticonceptivo (¡su efectividad se estima en alrededor del 15-30%!), Sino que también favorece el desarrollo de micosis e infecciones como la vaginitis. De hecho, este tipo de lavado altera el equilibrio de la flora vaginal y favorece el desarrollo de bacterias patógenas, exponiendo el sistema genital al riesgo de infecciones.

Tenga cuidado, por tanto, de excederse con esta práctica, fuertemente desaconsejada por muchos ginecólogos salvo para tratamientos específicos y con detergentes prescritos con prontitud. En términos generales, puede hacerse una ducha vaginal a base de agua todos los meses, después de su período.

Higiene íntima y ciclo menstrual

¡Durante el período del ciclo, la higiene íntima es fundamental! Atrás quedaron los días de nuestras abuelas cuando se decía que "en aquellos días" era mejor no lavarse ... ¡y por suerte! Un mejor conocimiento del cuerpo femenino y su necesidades, además de un cambio de estilo de vida, nos permite hoy comprender la importancia de la higiene íntima de la mujer cuando tiene la menstruación, en primer lugar para su salud y bienestar.

Lavar con cuidado y con un producto específico te ayuda a sentirte más fresco y limpio, eliminando los malos olores e irritaciones que se crean con el contacto de la zona genital con el absorbente. Los lavados deben realizarse un par de veces al día con un detergente delicado. En cuanto a higiene, es importante cambiar las toallas sanitarias al menos 3 veces al día y no dejar una adentro durante más de 4 horas seguidas.

Consejos prácticos para una "higiene íntima impecable"

Para una "higiene femenina verdaderamente impecable, existen algunos comportamientos (sencillos, pero fundamentales!) Que siempre conviene seguir. Son hábitos y gestos que sólo requieren un poco de atención, pero que te ayudarán a no tener ningún problema" sistema genital .

En primer lugar, recuerda cambiarte la ropa interior todos los días y elige un slip en lugar de una cuerda, lo que favorece el roce y por tanto la micosis. Olvídate de los materiales sintéticos, propicios a la maceración, y elige una ropa interior 100% algodón. Recuerda también lavar tu ropa a una temperatura mínima de 60 ° C. Si buscas algunos modelos nuevos, déjate inspirar por las novedades de esta primavera-verano:

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© Tezenis Ropa interior primavera verano 2018 - Tezenis

Evite usar jeans o pantalones demasiado ajustados ya que podrían causar irritación en las partes íntimas.

Lávate las manos antes de cualquier contacto con tu vagina: es un órgano muy delicado y para mantenerlo limpio es mejor que nunca entre en contacto con gérmenes y bacterias externas.

No use un traje de baño mojado por mucho tiempo. La humedad favorece la proliferación de bacterias: esta es la misma razón por la que siempre es bueno secarse después del lavado.

Por último, recuerde consultar a un ginecólogo con regularidad, al menos una vez al año, para prevenir e identificar cualquier infección. Un especialista podrá asesorarle para una perfecta higiene íntima en función de sus necesidades específicas.

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