Vive una mudanza con serenidad

Mudanza: una fuente de estrés

Numerosos estudios afirman que la mudanza es el tercer factor de estrés y debilitamiento más importante después del duelo y el despido. Los horarios cambian, hay que cuidar los detalles administrativos… pero la mudanza también es fuente de desequilibrios emocionales. En otra región, en una ciudad lejana oa la vuelta de la esquina, mudarse implica una ruptura con los estilos de vida, los hábitos y el entorno familiar. Una mudanza puede corresponder a las ganas de seguir adelante, pero también puede estar asociada a un miedo a no encontrar lo que uno busca. " ruptura original ", el momento en el que el niño sale del útero, rumbo a lo desconocido. Seguramente, si se impone la mudanza (por paro, cambios forzados, motivos económicos), se vivirá aún peor, e incluso puede volverse traumatizante . Además de provocar una pérdida legítima de los puntos de referencia, puede conducir a la pérdida de la estima, asociada a un sentimiento de fracaso. Resultado: ansiedad latente y el estrés, si no la depresión, se encuentra con frecuencia después de una mudanza.


Luto por la vieja casa

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Para aceptar con calma el cambio de situación (aunque sea deseado) y aprovechar la nueva vida, tendrás que llorar por la casa vieja, en tu barrio pero también por las personas que te han rodeado y en ocasiones apoyado durante la años. Muchas de las personas que se mudan tienden a dar un último paseo por el edificio o el vecindario para charlar con los comerciantes y saludar a los vecinos.


Instalarse en el nuevo hogar

Mudarse también significa poner su vida y sus cosas en orden. Al preparar las cajas, hace una selección de los objetos, pero no solo. Adornos, álbumes de fotos, ropa… muchos recuerdos vuelven a aflorar, otros se disuelven. Por otro lado, hay quienes aprovechan la mudanza para deshacerse de objetos voluminosos, para llevarse lo imprescindible y separarse de lo superfluo. Hay dos posibilidades para instalarse en una nueva vivienda de la mejor forma posible:

- Si tiene miedo de sentirse demasiado confundido, puede intentar que las habitaciones tengan la misma disposición (lugar de muebles, objetos).

- Si quieres empezar de cero, cambia por completo la decoración y disposición de los muebles.


Anime a los niños
Abandono del colegio, profesores, compañeros ... Al igual que ocurre con los adultos, algunos niños y adolescentes pueden sentirse desestabilizados por la idea de mudarse o, por el contrario, pueden vivir esta experiencia como un nuevo comienzo, una emocionante aventura. Lo mejor es seguirlos de cerca en esta prueba, llevándolos a ver la nueva casa, descubriendo juntos dónde están las tiendas, la escuela, el gimnasio, el cine ... es decir, esos lugares que permiten a todos conseguir nuevos puntos de referencia.


Establecer buenas relaciones de vecindad

Una vez finalizada la mudanza, surge otra dificultad: la integración con el barrio. ¿Echas de menos a la pareja de jubilados del segundo piso, siempre dispuestos a echarte una mano, oa los dos estudiantes externos que siempre te invitaban a tomar un aperitivo? Qué importa, a partir de ahora será fundamental hacer nuevas amistades: sin duda serán igual de agradables. Después de instalarte en tu nuevo nido, conoce a tus vecinos, apareciendo en su puerta u organizando un aperitivo en tu casa. La mayoría de las personas son sensibles a este tipo de atención. Cuanto más informado esté sobre el funcionamiento del condominio y el aire que respira en él, más fácil será la transición de la vieja a la nueva vida ...

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