Los primeros zapatos de tu bebé: ¡7 cosas que debes saber!

Elegir el calzado adecuado para tu hijo es fundamental para su salud, sobre todo si son los primeros: le ayudarán a asumir una postura correcta, permitiendo que los huesos y músculos crezcan de la mejor manera. Entonces, ¿cómo orientarse en el mundo del calzado infantil? ¿Cuáles deben ser las características esenciales y fundamentales de los primeros zapatos de su hijo?

Aquí hay 7 cosas muy importantes que debe saber sobre sus primeros zapatos. Y si eliges los adecuados, tu hijo será el primero en no tener ganas de ponérselos ...

1. ¡Elige el zapato que mejor se adapte a la delicadeza de sus primeros pasos!

Toda mamá sabe lo delicados que son los pies de su bebé. Al nacer, en su mayoría están hechos de cartílago y esto los hace muy suaves y frágiles al mismo tiempo. Crecen un día tras otro con él y su autonomía: tu hijo aprende poco a poco a caminar, sin prisas, pero con determinación, y lo hace en el periodo entre los 10 y los 24 meses, cuando su desarrollo motor llega a buen puerto. .

El bebé adquiere una posición erguida en los primeros 24 meses de vida. Lo verás gatear primero, luego buscará apoyo para levantarse y finalmente tratará de dar sus primeros pasos. Todos estos pasos son fundamentales y es importante que los zapatos adecuados lo soporten: deben tener una suela suave y flexible, con una punta ancha y que permita que los dedos se muevan libremente. La espalda, en cambio, debe tener un contrafuerte que le ayude a mantener la postura correcta, pero sin ataduras de ningún tipo.

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2. ¡El calzado adecuado debe respetar la fisonomía y el desarrollo del pie!

Para elegir el calzado más adecuado para su hijo deberá tener cuidado y atención: de hecho, es muy importante respetar la fisiología y el desarrollo armonioso de sus pies. Se recomiendan los zapatos hasta los tobillos entre los 12 y los 24 meses para evitar que se resbalen con facilidad. Deben soportar los primeros pasos sin forzar el pie. Los materiales deben ser suaves y naturales: se prefieren el cuero, el cuero y la tela, pero incluso los más innovadores están bien si son transpirables. A continuación, puede elegir tanto zapatos con cierre de velcro, como con cordones y hebillas, preferible para los pies regordetes.

Sin embargo, después de 2 años, cuando la estructura del pie estará más definida y afilada, es importante que el zapato siga su forma. Los zapatos ideales deben tener pala suave pero resistente, suela flexible, pero que proteja el pie de las asperezas del suelo. Los cierres, entonces, deben ser prácticos y seguros al mismo tiempo. Por último, ten cuidado de que dejen respirar la planta del pie, favoreciendo la transpiración, ¡imprescindible en una época en la que no te quedas quieto ni un momento!

3. ¡Elija siempre el tamaño correcto!

¡Elegir la talla correcta para los zapatos de su hijo es fundamental! Con zapatos demasiado cortos, el riesgo es bloquear el desarrollo del pie, mientras que comprar unos demasiado largos favorecería posturas y movimientos incorrectos, además del riesgo de tropezar.

Para comprobar que la talla es la correcta, hacer que el talón se adhiera a la parte trasera del zapato y, manteniendo la planta del pie bien estirada, aplicar presión en correspondencia con el dedo gordo del pie, comprobando que haya un espacio entre los dedos y la parte delantera. del zapato aproximadamente un centímetro En el espacio entre el talón y el interior del zapato, debe poder pasar un dedo.

4. ¡Calzado diferente según la temporada!

Elija siempre los zapatos adecuados según la temporada. En invierno necesitarás al menos dos tipos: uno para salir, que demuestra ser impermeable y transpirable para desafiar todos los elementos, y otro para permanecer en el interior, ligero y cómodo. En las temporadas intermedias, sin embargo, céntrate en los modelos de peso medio, prefiriendo un tipo de piel clara.

Finalmente, en verano, se da luz verde a las sandalias, pero que estén bien cerradas tanto en la puntera como en el talón para que puedan sujetar al niño y favorecer su movimiento correctamente.

5. ¡Considere el factor de sudoración!

El problema de la transpiración del pie de tu hijo es fundamental: ¡los pies son la parte del cuerpo que más suda! En los niños, en particular, la sudoración de los pies es mayor que la de un adulto.

A continuación te damos unos pequeños consejos: cuando le quites los zapatos a tu hijo déjalo secar al aire libre, evitando los rayos del sol que lo decoloren o fuentes de calor que lo arruguen, si es necesario remueve un poco la humedad del interior con papel de periódico.

Luego recuerda alternar al menos dos pares de zapatos por temporada, para evitar la proliferación de microorganismos y lava las plantillas y las plantillas extraíbles. Por último, proporcione a su hijo un par de zapatos para el exterior y un par (más ligero) para el interior.

6. ¡Elija zapatos con plantilla extraíble!

Las madres suelen estar convencidas de que los zapatos de sus hijos deben estar provistos de plantillas, pero no es así, o más bien no es la regla. De hecho, es natural que los niños tengan pie plano y, al menos hasta los 3 años, no hay motivo para preocuparse por ello. El arco longitudinal debajo de la planta del pie se forma solo más tarde y solo se formará una plantilla. necesario en caso de que esto no suceda. Entre otras cosas, debe ser una plantilla específica, hecha específicamente para el pie de tu hijo: el uso de las estándar o prefabricadas puede resultar contraproducente.

Así que no te preocupes si los primeros zapatos de tu hijo no tienen una plantilla estructurada: siempre que tenga una plantilla suave y extraíble de piel que le permita un apoyo cómodo. La plantilla extensible, de hecho, mejora considerablemente la higiene dentro del zapato. Los niños tienden a sudar mucho y, si notas que el interior del zapato está mojado, hay que secarlo para evitar que las bacterias y el moho proliferen, provocando manchas y malos olores. Una plantilla que se quita fácilmente es cómoda, segura y fácil. para secar o posiblemente alternar.

7. ¡No zapatos en los primeros meses de vida!

Finalmente, evite ponerle los zapatos a su bebé de inmediato y déjelo suelto tanto como sea posible, al menos hasta que comience a gatear. Antes, su pie solo estaría parcialmente osificado y el uso de zapatos podría representar una constricción.

Considere que los zapatos generalmente comienzan a usarse alrededor de los 12 meses, aunque cada caso debe considerarse en sí mismo.

¿Sigues embarazada e indecisa sobre el nombre que le darás a tu bebé? Aquí hay algunas sugerencias.

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