Placenta previa: causas, síntomas y tratamiento de esta patología en mujeres embarazadas

La placenta previa es una condición patológica que ocurre cuando, durante el embarazo, la placenta de una mujer se inserta demasiado abajo en el útero, cubriendo parte o todo el cuello. Si en algunos casos la placenta -que como sabemos es el órgano que conecta al feto con la madre para proporcionarle nutrición y oxígeno- tiende a subir a medida que aumenta el volumen, en casos más raros permanece en la parte inferior. Vídeos sobre embarazadas ecografías que toda madre debe saber: qué son y cuándo realizarlas.

La presencia de la placenta a nivel del segmento uterino inferior puede representar un obstáculo y por lo tanto un factor de riesgo cuando el feto tendrá que atravesar el orificio uterino, provocando complicaciones en el momento del parto. Atención, sin embargo: la placenta previa es no siempre, cuando se diagnostica, necesita una acción inmediata, averigüemos todo lo que hay que saber al respecto: síntomas, causas, clasificaciones, diagnóstico, síntomas y prevención.

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De la placenta baja a la marginal: los diferentes tipos

Si, para generalizar, hemos definido la placenta previa como una placenta que se encuentra en la cavidad uterina inferior, cerca del cuello uterino, en realidad será necesario diferenciar diferentes tipos en función de la ubicación precisa. De hecho, podemos hablar de "placenta previa total" cuando la placenta cubre por completo el orificio uterino interno, creando así un verdadero obstáculo para el feto cuando tiene que salir del canal de parto.

Si, por el contrario, la placenta se sitúa al nivel del orificio uterino sin obstruirlo por completo, será una "placenta previa parcial". Finalmente, por "placenta baja" entendemos aquella que se encuentra a una distancia menor de 2 centímetros del orificio, sin tocarlo ni obstruirlo.

Como se anticipó, la placenta baja es bastante común en el primer trimestre del embarazo, pero luego tiende - con el aumento de tamaño - a subir nuevamente, cuando esto no sucede, pueden ocurrir las condiciones patológicas antes mencionadas.

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Causas de la placenta previa

Según las estadísticas, la placenta previa ocurre en el 0,28% de los embarazos únicos y en el 0,39% de los gemelos. Entre las causas que lo determinan se encuentran un parto previo con cesárea o, en general, una multiparidad; anomalías del útero; una maternidad que llega en la vejez; una revisión previa de la cavidad uterina, como en el caso del aborto.

Finalmente, y esto es ciertamente importante para fines de prevención, la placenta previa definitivamente se ve favorecida por el hábito de fumar.

Placenta previa: síntomas desde las primeras semanas de embarazo hasta el parto

La placenta baja es bastante común en el primer trimestre del embarazo y por lo tanto no presenta síntomas particulares, especialmente en las primeras semanas. Si después permanece bajo, el principal síntoma que lo acompaña es una profusa pérdida de sangre en el tercer trimestre del embarazo.

Este sangrado no se debe al sufrimiento fetal o materno (aunque en algunos casos se acompaña de contracciones del útero), sino que ocurre porque el canal cervical - tiene que acortarse y cambiar debido a la presencia de la placenta a nivel del interno orificio uterino: puede provocar el desprendimiento del disco placentario, lo que provoca una pérdida de sangre de color rojo brillante.

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Diagnóstico de placenta previa

El diagnóstico de placenta previa se realiza a través de una ecografía específica: ecografía pélvica transvaginal. Si ya en el primer trimestre el ginecólogo ha detectado la presencia de una placenta baja, es bueno seguir monitorizándola semana a semana, durante todo el período de el embarazo.

En cada monitorización será importante medir la distancia exacta entre la placenta y el orificio uterino interno, para poder diagnosticar su tipo y los riesgos relacionados, y actuar en consecuencia por el bien del bebé.

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Riesgos de placenta previa, tratamiento y prevención.

Si la placenta previa se encuentra a menos de 1 centímetro del orificio uterino interno, se requerirá un parto por cesárea. En cambio, será posible proceder por vía vaginal, si la placenta inferior mide más de 2 centímetros, mientras que entre 1 y 2 será necesario evaluar de un caso a otro. Con su médico también será recomendable establecer un parto programado para evitar la aparición de hemorragias.

Si se diagnostica esta afección, por asintomática que sea, es importante continuar vigilándola. En caso de contracciones o pérdidas, debe comunicarse de inmediato con su médico para planificar el parto de acuerdo con las situaciones individuales.

Puede prevenir la aparición de placenta previa en primer lugar dejando de fumar: fumar puede provocar alteraciones en la placenta y numerosas complicaciones durante el parto. El tratamiento de cualquier anomalía uterina, cuando sea posible, también podría ser un sistema de prevención.

+ Mostrar fuentes - Ocultar fuentes Para obtener más información científica sobre la placenta previa, puede consultar la información de los Hospitales Civiles de Brescia.
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