Hablando por ti mismo: porque es un hábito saludable y no es sinónimo de locura

Todos hemos hablado por nosotros mismos, es inútil negarlo. No se preocupe, no hay nada de qué preocuparse. La práctica del soliloquio, de hecho, es bastante común y, en ausencia de síntomas alarmantes, ciertamente no es sinónimo de locura. En realidad, todos los días mantenemos un diálogo interior constante: ¿cuántas veces, de hecho, nos hemos pasado a reflexionar entre nosotros y nosotros mismos? Salvo que, en ocasiones, sentimos la necesidad de dar forma a estas reflexiones, expresándolas en voz alta, incluso en ausencia de otros interlocutores. Averigüemos por qué hablar a solas no solo es normal, sino también bueno para la salud.

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Hablar por ti mismo: un hábito saludable y generalizado

La mente humana está retorcida, sabes. A veces, los pensamientos se amontonan en un vórtice hasta un punto tan caótico que inhibe cualquier intento de ordenarlos. A veces, permanecer en silencio y tratar de meditar no es suficiente. Es en ese punto que, en muchas personas, surge la necesidad de enfrentarse a sí mismos mediante el uso de la palabra. Pensar en voz alta cuando estamos solos puede ayudarnos a manejar la actividad cognitiva agitada y a procesar mejor las ideas, especialmente en momentos en que la vida ejerce presión sobre nuestra salud mental debido al estrés y la ansiedad.

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Las diferentes formas de diálogo interior

Antes de entrar en el fondo del asunto, conviene distinguir los diferentes tipos de diálogo interior que es posible entablar con nosotros mismos. Hay tres en particular:

El diálogo interior motivacional: esta forma de soliloquio nos ayuda a creer en nosotros mismos, motivándonos y animándonos a afrontar y superar todos los retos que el destino nos depara. Para que la operación de automotivación funcione, habla contigo mismo preferiblemente en segunda o tercera persona.

Diálogo interior instructivo: también conocido como autodiálogo, es una técnica que se utiliza sobre todo en el deporte, para mejorar el rendimiento y alcanzar la meta marcada.

Diálogo interno negativo: si tienes la costumbre de hablarte a ti mismo, mantente alejado de la comunicación disfuncional. Llenar tu cabeza con pensamientos hostiles solo te desmoralizará y desmantelará la confianza que depositas en ti mismo / o en tus habilidades.

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Los beneficios

Como ya hemos señalado, hablar solo sirve sobre todo para reordenar los pensamientos, pero no solo. Son varios los beneficios que este hábito puede aportar, desde un punto de vista psicológico, a nuestra vida. Veámoslos en detalle:

  • Cuando nos sentimos abrumados por la ansiedad y el nerviosismo y ninguna palabra de consuelo dicha por los demás parece funcionar, tratamos de crear un momento solo para nosotros, durante el cual expresar todas las preocupaciones que nos atormentan. Hablar solo no solo actúa como una salida, sino que también nos permite mirar la situación desde una nueva perspectiva, racionalizar los pensamientos angustiantes y finalmente encontrar la calma perdida.
  • Además de calmarnos, hablar solo promueve la actividad mnemotécnica. Repetir ciertos conceptos en voz alta nos ayuda a fijarlos mejor en la mente. Este sistema no se limita solo al ámbito escolar, donde es garantía de excelente desempeño, sino que también se extiende a situaciones vividas en el día a día. Pensemos, por ejemplo, en cuando tenemos que preparar la maleta con antelación a un viaje y solemos enumerar, incluso repetidamente, todos los objetos que necesitamos. Decirlas en voz alta y no solo mentalmente resulta ser un vademécum bastante efectivo.

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  • Quizás no todo el mundo lo sepa, pero gracias a un experimento realizado en 2012, se ha comprobado que hablar en voz alta cuando se busca un objeto perdido es un método óptimo para poder encontrarlo en el menor tiempo posible. Pongamos un ejemplo práctico: nos acercamos al coche y nos damos cuenta de que no podemos encontrar las llaves. Mientras luchamos por buscarlos por todas partes, tendemos a repetir en voz alta frases como: “¿Pero dónde puse las llaves? ¿Dónde estarán alguna vez? ¿Dónde los vi por última vez? ". Este comportamiento aparentemente espontáneo es en realidad un truco reconocido oficialmente en el Quarterly Journal of Experimental Psychology. La revista de psicología, de hecho, ha confiado la búsqueda de un objeto a dos grupos: un grupo debería haberlo buscado en completo silencio, mientras que el otro debería haber pronunciado su nombre en voz alta. Esta última solución permitió que el segundo grupo lo encontrara más rápido gracias a un mecanismo de asociación nombre-destino.
  • Otro estudio, realizado en este caso por psicólogos de la Universidad de Toronto y publicado en la revista online Acta Psychologics, mostró que hablar solo es particularmente útil en dos situaciones: cuando estamos llamados a tomar una decisión y cuando tenemos que practicar nuestro autocontrol. . De hecho, decidir no siempre es fácil: cuando nos encontramos en una encrucijada, las dudas se apoderan de ellas y ralentizan aún más el proceso de toma de decisiones. Para aclarar nuestras mentes, podemos pensar en hablar de nosotros mismos en tercera persona. Al hacerlo, podremos realizar valoraciones objetivas y optar por la elección correcta, considerando, estrictamente en voz alta, los pros y los contras. Al mismo tiempo, la investigación ha demostrado que el soliloquio nos permite ejercer un control total sobre nuestras emociones y comportamientos, protegiéndonos de acciones imprudentes e instintivas.

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Cuando preocuparse

Como señalamos al principio del artículo, hablar solo no debería ser motivo de perturbación. La idea errónea de que este comportamiento a menudo se remonta a trastornos mentales es totalmente errónea. Sin embargo, hay casos en los que es necesario controlar esta tendencia, especialmente si se acompaña de síntomas como alucinaciones visuales y / o auditivas. Solo así se podrá esbozar la hipótesis de una enfermedad como la esquizofrenia para la que es urgente la opinión de un médico competente.

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Cómo dejar de hablarte a ti mismo

Si, por el contrario, crees que hablar solo o solo afecta negativamente a tu psique, provocándote más malestar que bienestar, existen algunas soluciones con las que acabar con este hábito. Primero, podría considerar comenzar la terapia junto con un psicólogo. La oportunidad de confrontar y desahogarse con un especialista mental puede hacer que la necesidad de hablar consigo mismo sea innecesaria. Alternativamente, intente llevar un diario secreto en el que anote todo lo que se le pase por la cabeza: pensamientos, preocupaciones, meditaciones y resoluciones, o incluso simplemente una lista de las cosas que debe recordar hacer y / o comprar. Siempre que sienta la necesidad de iniciar un diálogo interno en voz alta, tome papel y lápiz y comience a escribir.

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