Correr y dolor de espalda: 3 reglas para evitarlo y 1 remedio para combatirlo

Hace tiempo que corro y cuando esta disciplina se convierte en tu principal pasatiempo hay que tener en cuenta algunas lesiones, pero solo si no tomas las precauciones necesarias. A veces, sin embargo, un remedio llega después de que ha surgido el problema y quizás lo ha mantenido inactivo durante meses.

Recuerdo los meses previos al Maratón de Nueva York: corría mucho y lo hacía al menos cinco veces a la semana, me había lanzado por completo a esta misión y pensaba que entrenando mucho habría logrado mi objetivo de una manera excelente. camino. Había perdido de vista el descanso y la integración de mis entrenamientos con otras actividades que fortalecían mis músculos. Entonces, unas semanas después del gran día, me encontré lidiando con una inflamación en las espinillas y un dolor de espalda muy fuerte en la zona lumbar y dorsal. Traté de descansar un poco a pesar de que ya era demasiado tarde, pero un poco inconscientemente, no me rendí en la carrera. Así que el 2 de noviembre de 2014 estaba en Staten Island, al comienzo del codiciado Maratón de Nueva York, con el corazón en la boca y muchos pensamientos sobre mi estado de salud. ¿Lo habría logrado? ¿Mis espinillas y mi espalda habrían aguantado todos esos kilómetros? La respuesta es sí, aguantaron, pero porque mi cabeza me obligó a llegar al final, a terminar mi negocio. ¿El resultado? Una de las mejores experiencias de mi vida, pero un dolor de espalda que llevo meses sufriendo. Ya no podía correr, estaba completamente bloqueado, había cruzado la línea con el maratón. La idea de salir y correr me asustó. Después de varios intentos y después de probar varios remedios, los propuestos por todos, un amigo me recomienda probar la termoterapia. Lleva un tiempo utilizándolo ya que sufre de dolores de espalda debido, por el contrario, a su sedentarismo y a tener que sentarse 8 horas al día frente al ordenador, además sin moverse en los días libres.

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Hay diferentes formas de termoterapia: desde la sauna hasta la almohadilla térmica común, pasando por los cojines de piedras de sal o cereza para calentar, pasando por masajes con piedras calientes, hasta bandas o parches autocalentables. Decidí comprar las bandas que se calientan y no podría haberlo hecho mejor. He seleccionado, entre todas las disponibles, las bandas especiales para el dolor de espalda. ¡No podía esperar para probarlos! Las vendas eran fáciles de poner y liberaban calor que relajaba mis músculos, reduciendo la tensión. Han sido de gran ayuda para combatir mis dolores. Trabajan utilizando calor y sin recurrir a las drogas. Los usé durante varios días y después de las primeras horas de uso experimenté una sensación maravillosa: la tensión muscular había disminuido significativamente y el calor liberado me permitió afrontar mis días con tranquilidad. Y el alivio del dolor continuó incluso después de que se retiraron.

Después de solo unos días, comencé a ver los primeros beneficios, y después de una semana comencé a correr nuevamente. Todavía tengo algo de dolor de vez en cuando, pero ahora sé que al usar una de esas bandas puedo calmarlo y simplemente reducir, no detener por completo, la actividad de correr durante algunas semanas.

Te recomiendo este remedio y mientras tanto me gustaría ofrecerte algunos consejos para intentar evitar los molestos dolores de espalda. Pero comencemos con la forma en que correr afecta el dolor de espalda, si lo empeora o lo ayuda a mejorar. El dolor a menudo es causado por una inflamación relacionada con los nervios que coordinan los músculos. Entonces, en general, correr está contraindicado cuando ocurre un dolor agudo y en su lugar se recomienda caminar. Cuando se trata de dolor de espalda crónico y, por tanto, continuo, lo que tienes que hacer es escuchar a tu cuerpo. Debería acudir a un experto e intentar solucionar la situación, pero si no mejora, definitivamente no se recomienda correr.

Lo que hay que aclarar es que correr no es peligroso para la espalda, solo no se recomienda en caso de dolor severo. El esfuerzo debe ser acorde con su situación, así que evite quizás largas distancias o entrenamientos específicos de alta intensidad.

En mi experiencia, hay tres formas de prevenir el dolor de espalda:

  • Elige un calzado adecuado: el zapato absorbe parte de la energía desarrollada por el contacto del pie con la carretera, evitando el riesgo de sobrecargar las articulaciones. Para encontrar el adecuado para cada uno de nosotros, se deben evaluar varias variables, como el apoyo, el ritmo y la velocidad. Confíe en un experto que analizará las características del pie y el soporte

  • Fortalecimiento muscular: muchos corredores dedican todo su tiempo a entrenamientos específicos de carrera, dejando de lado el resto. Correr en exceso puede quemar parte de la masa muscular y esto se traduce en una falta de apoyo muscular en el acto de correr, apoyo en los tendones y articulaciones que provocan lesiones. El fortalecimiento muscular, con o sin pesas, es fundamental en la carrera y ayuda a tener más fuerza en las piernas y en todo el cuerpo: corres mejor, más rápido y más tiempo si los músculos están fuertes y entrenados, además de prevenir lesiones y dolores post- ejercicio. Al aumentar la masa muscular puedes prevenir lesiones mientras corres. Al descartar un problema grave a priori, fortalecer la estructura muscular puede ser un remedio para el dolor de espalda y también puede ayudar a mantener la postura correcta. El punto de apoyo de la carrera está dado por el centro de gravedad y, por tanto, también por los abdominales. De hecho, durante la carrera, promueven una buena estabilidad, un mayor control de la postura, una mayor reacción para entrenamientos cortos e intensos, permitiéndote correr más fuerte. Para ello conviene entrenarlos con ejercicios de fortalecimiento. De esta forma se reduce considerablemente el dolor de espalda. Para evitar lesiones es bueno completar los entrenamientos de carrera con los de tonificar y fortalecer aquellos músculos que son los protagonistas de la carrera. Esto evita sobrecargar las articulaciones. No abandone por completo el fortalecimiento, que se puede realizar tanto en cuerpo libre, tanto con sobrecargas funcionales en el gimnasio, como mediante subidas.

  • Estiramiento después del entrenamiento: se utiliza para relajar los músculos afectados por el movimiento. El estiramiento ayuda a estirar, desarrollar flexibilidad y aumentar la movilidad articular.