Plancha una chaqueta en unos sencillos pasos

En primer lugar, intenta abandonar la idea de que planchar una chaqueta es una tarea que solo se puede hacer bien en la tintorería: quizás sea un poco más larga de lo habitual pero siguiendo unos sencillos pasos pronto llegarás a ser muy bueno.

Un consejo precioso es dejar airear la chaqueta antes de plancharla y sobre todo cepillarla bien.
Mientras tanto, prepara la tabla de planchar, enciende la plancha y ajusta la temperatura, asegurándote de que no sea demasiado alta.

Si la chaqueta está hecha de un tejido grueso, será fundamental utilizar vapor porque los pliegues desaparecerán más fácilmente. Si, por el contrario, es de un material ligero, no se recomienda el uso de vapor porque la tela podría hincharse. En cualquier caso, basta con hacer una prueba en un área pequeña y ver si es apropiado usar vapor o no.

Los pasos basicos

Para empezar, asegúrate de tener a mano un paño de algodón blanco que tendrás que colocar sobre la parte de la chaqueta a planchar y recuerda darle la vuelta porque de lo contrario podría estropearse.

Desabrocha toda la chaqueta (¡incluidos los puños!) Y ábrela.

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Una vez hecho esto, comienza planchando primero los pliegues, luego las costuras y luego las mangas, asegurándote de dejar enfriar la tela por unos momentos. Generalmente, la mayoría de las tablas de planchar tienen un prensador de mangas: ¡te será muy útil!

Después de este paso, continúa con el cuello y finalmente con el resto de la chaqueta.

Los acabados

Después de esta primera fase, se puede continuar con los retoques finales, recomponiendo las divisiones y pliegues.

Cuando llegues a la zona del bolsillo, ten cuidado de extender bien el forro interior para evitar arrugas feas.

Ahora puedes volver a la solapa y al cuello, que debes enderezar y cepillar ligeramente. Ahora es el momento de poner la chaqueta en la muleta, ¡pero aún no has terminado!

Coger la plancha y, utilizando siempre el paño de algodón habitual para proteger el tejido, planchar la parte de los hombros en correspondencia con el acolchado. Ahora has terminado de planchar la chaqueta y puedes colgarla en el armario asegurándote de que no se arrugue.

Algunos pequeños trucos

Si no estás muy familiarizado con la plancha, antes de planchar tu chaqueta favorita lo mejor es practicar algo un poco menos exigente.

A veces sucede que, después del planchado, aparecen halos brillantes en algunas zonas, pero que no cunda el pánico: frota una rodaja de patata cruda en la zona afectada y luego cepilla bien. El halo desaparecerá inmediatamente.

Sin embargo, recuerda que esto sucede si planchas en seco sobre ropa que está demasiado seca. Antes de continuar con el planchado, por lo tanto, es mejor vaporizar las telas con un poco de agua, usando un rociador común.

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