Claustrofobia: síntomas, causas y tratamiento

La claustrofobia es una de las fobias más extendidas y es el miedo a los lugares cerrados y confinados como ascensores, subterráneos, subterráneos y todos esos lugares angostos donde el sujeto se siente rodeado y privado de libertad espacial a su alrededor. disfrutar plenamente de esa sensación de libertad que sólo el sentirse "libre para respirar" puede permitirle.

Los miedos más frecuentes, relacionados con la claustrofobia, son el miedo a que el techo y el suelo se cierren aplastando a las personas de la habitación, el miedo a que se agote el suministro de aire y muera asfixiado, el miedo a desmayarse por falta de aire. aire y luz. En sus formas más severas, la claustrofobia se extiende a situaciones que van más allá del espacio cerrado. Sucede, por ejemplo, que las personas que la padecen no soportan ni siquiera llevar una camisa con cuello abotonado.

Si bien la claustrofobia es un problema muy extendido, muchas veces es pasado por alto por quienes la padecen: intentan no declararlo inventando alguna excusa para explicar las "extrañas" renuncias y conductas de compromiso, se piensa que quizás algún día la claustrofobia pase por sí misma o por el contrario, no hay nada que hacer y está mal porque con el tiempo la claustrofobia se estructura como un hábito de vida, como un equilibrio psíquico cotidiano, por lo que hay que afrontarla y tratarla.

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Claustrofobia: la causa
Reconocer las causas subyacentes de la claustrofobia ya puede ser un buen comienzo para tomar el camino correcto hacia la recuperación.

Podemos resumir las principales causas en 5 conceptos clave:
- Peligro: estás viviendo una situación existencial, emocional o profesional que parece no tener salida.
- Presión: durante demasiado tiempo hemos estado sometidos a fuertes presiones, peticiones, expectativas y juicios, que no podemos evitar o ante los que no podemos reaccionar.
- Trauma: recientemente ha experimentado un evento traumático que ha puesto en peligro su vida o la de un ser querido.
- Transformación: llevas una vida que ya no se siente como propia, pero no puedes hacer cambios.
- Cerebralidad: la vitalidad ha quedado atrapada por la telaraña de la racionalidad, que quiere controlarlo todo. Falta la acción del corazón, el instinto y el alma.

Claustrofobia: los síntomas
Los síntomas de la claustrofobia generalmente solo se manifiestan cuando la persona se encuentra en la situación específica, por ejemplo cuando está en un ascensor o mientras tiene que atravesar un túnel.

Los síntomas más comunes, que tienden a desaparecer cuando el individuo logra salir del espacio cerrado, son:

  • taquicardia,
  • dificultad para respirar y sensación de asfixia,
  • transpiración,
  • hiperventilación,
  • temblor
  • mareos y náuseas,
  • pérdida de control,
  • hormigueo en manos y brazos,
  • ansiedad,
  • boca seca.


Claustrofobia: como salir de ella
Si la dolencia no es grave, puedes hacerlo tú mismo, respirando lenta y profundamente antes de entrar en un espacio cerrado: de esta forma te distraes y "olvidas" el miedo a la falta de aire. También se pueden utilizar masajes y técnicas corporales que, gradualmente, van haciendo que el cuerpo se perciba como un "hogar" seguro.

Si los síntomas son más severos y, en el caso de ataques de pánico, es útil un curso de psicoterapia, en particular la de tipo cognitivo-conductual - posiblemente combinada con fármacos antidepresivos o serotoninérgicos - que exponga la situación temida de forma paulatina y conduzca a la superación. el propio miedo.

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