Sexo explosivo: ¡todo lo que necesitas saber!

¿Qué es el sexo explosivo?

El sexo explosivo suele sugerir encuentros picantes con ropa interior sexy, looks chispeantes y desenfreno sexual de todo tipo y con cualquiera que atraiga nuestra atención erótica. Esto no es lo que se quiere decir. Por sexo explosivo entendemos ese placer que proviene de esperar el momento sexual, de poner el instinto "caliente" para hacerlo hervir lo suficiente como para hacerlo "explotar". Hoy ya no somos capaces de ello, porque vivimos en una época dominada por el consumismo que, extendido al ámbito sexual, lo dirige a la acumulación compulsiva de parejas, vaciando la relación de significados emocionales. En la ilusión de que todo esto significa libertad, pero el precio es la pérdida del verdadero disfrute.

Demasiado rápido: ¡no a "todo y ahora!"

Si no se cultiva la expectativa del momento sexual, el deseo se desvanece en lugar de explotar, porque el deseo deriva de la carencia. Si lo echas de menos, quieres, si tienes todo, no quieres nada. Esto lo vemos en nuestros hijos, que apenas consiguen un juguete nuevo (apenas solicitado), al poco tiempo lo dejan a un lado y ya no lo quieren. Esperar es una educación de los sentidos que te permite combinar el instinto con la reflexión, para llegar a un placer superior. Esperar nutre la imaginación, la imaginación, promueve la curiosidad. También es protector con respecto a las reuniones de hombres y mujeres, que, alejadas de una participación inicial típicamente apasionada, no pueden soportar el impacto de una relación más duradera y estable. Por lo tanto, realizar una selección precisa comenzando con precaución a partir de resultados relacionales desafortunados y dolorosos. No tengas prisa, aprende a leer tus sentimientos, a evaluar ante quién te encuentras y espera a sentirte preparado emocionalmente; la flor de la sexualidad se desplegará.

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Pequeños gestos simples

Hoy, que casi todas las prohibiciones sexuales han decaído, nos vemos llevados a vivir experiencias eróticas cada vez más nuevas y transgresoras, con la ilusión de que la novedad nos inmuniza ante la decadencia del deseo. Nuevo por nuevo, como una cadena, no pocas veces terminamos en situaciones que bordean el sexo extremo. Siempre usando la comparación con los niños: así como la complejidad de los juguetes computarizados e hiper-tecnológicos de hoy en día ha hecho que los niños pierdan el gusto por los juegos simples, es decir, aquellos juegos en los que con pocos objetos simples pero con mucha imaginación, los niños ocupado satisfecho toda la tarde; Del mismo modo, en la sexualidad, las prisas por llenarla de juguetes sexuales, chats eróticos, sexo virtual, secuencias eróticas mayoritariamente mecánicas o precipitadas ... nos lleva a olvidar o subestimar el deleite de los gestos pequeños, sencillos, genuinos y naturales.

Primero que nada el beso. Para ser redescubierto como signo del mayor interés erótico, puerta de entrada a la intimidad corporal, garantiza sensaciones impactantes. Explorador, suave, enérgico el beso por todo el cuerpo, acompañado de efusiones, abrazos, caricias, sabores, fragancias, ¡los colores pueden representar un cóctel sexual verdaderamente explosivo! Y luego el tiempo: calma y lentitud. Dado que es bastante injusto discriminar el placer femenino más lento (¡la mujer necesita de 20 a 30 minutos para excitarse!) A favor del placer masculino más rápido (unos minutos), el hombre moderno sabe que durante el coito los soberanos son sobre todo los los preliminares, de los que, sin embargo, también el hombre, a menudo sin su conocimiento, se beneficia: la mujer, sintiéndose deseada y satisfecha, tiende a desinhibirse, mientras que el hombre conservando la energía, permite que su placer se expanda por todo el cuerpo. Posteriormente, también damos luz verde a toda la variedad sexual que queramos, respetándonos a nosotros mismos y al otro; teniendo en cuenta, sin embargo, que la técnica o la ejecución no importa mucho, ¡sino las emociones, la atracción y el deseo que se siente! Y sobre todo, no olvidemos nunca el marco en el que insertar la sexualidad, si queremos que sea verdaderamente explosiva, es decir, una relación amorosa.

Una relacion de amor

Cuida la relación. Aprecia a tu pareja, dile cuánto la aprecias, rodea a la pareja de positividad, aliento, diálogo, comprensión, apoyo, romance, respeto, amabilidad, tiempo para pasar juntos y atención. Ser fiel. Díganse las cosas bonitas pero no callen los malentendidos. Así se crean los abismos: de lo "tácito", de "olvídalo, no quiero discutir, pasan tantas cosas". Pero no pasa. Ignorar los problemas solo conduce a la magnificación y la hostilidad reprimida es enemiga del sexo.
No se necesitan acciones asombrosas, acrobacias especiales, tangas o ligas a la última moda para tener una vida sexual explosiva, sino una relación de amor, respeto y confianza y unos simples, pero constantes y cotidianos gestos. Hoy los hemos perdido de vista en pos del frenesí, la transgresión, la abundancia. Por tanto, una invitación a la sencillez. ¡No se necesita nada más!

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