Gimnasia pélvica: ejercicios para el suelo pélvico femenino y masculino

La gimnasia pélvica es un entrenamiento muy útil y lleno de efectos beneficiosos: sirve, entre muchas otras cosas, para mejorar o prevenir la incontinencia urinaria, el prolapso uterino, la función prostática, después de una histerectomía o para solucionar problemas de naturaleza sexual. Antes de continuar, aquí hay un breve video que explica los beneficios de la gimnasia íntima en la salud y la vida sexual y algunos ejemplos de ejercicios súper útiles y fáciles de hacer.

Se trata de una serie de ejercicios diseñados específicamente para mantener en entrenamiento todos los músculos del suelo pélvico, combatiendo síntomas y dolencias. Los músculos pélvicos, en nosotras las mujeres, son los que van desde el pubis hasta el coxis y rodean la abertura de la vagina, uretra y recto ¡No es casualidad que estén conectados no solo a nuestra salud, sino también al placer sexual! pélvica porque estos músculos están tan bien entrelazados que forman un cóncavo único que se conecta a músculos clave como el útero, la vagina, la vejiga y el recto.

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Utilidad y beneficios de estos ejercicios

La gimnasia pélvica, como primera ventaja, tiene precisamente la de mejorar nuestra vida sexual, provocando un aumento del placer. El conocimiento de nuestros músculos más "íntimos", saber gobernarlos de alguna manera y haber trabajado en su fortalecimiento puede ayudarnos a las mujeres a tener orgasmos más fuertes y satisfactorios. De hecho, cuanto mayor sea el tono de los músculos, más intenso será nuestro placer.

Un beneficio adicional de este tipo de gimnasia es la reducción del dolor menstrual: los ejercicios para los músculos pélvicos mejoran el flujo sanguíneo al reducir la congestión y promover el flujo sanguíneo. También pueden ser útiles en caso de trastornos ginecológicos como cándida, vaginitis y secreciones.

Practicarlos en la menopausia ayuda a combatir los síntomas, desde la sequedad vaginal hasta los sofocos. También es excelente si padece incontinencia urinaria: ayudan a fortalecer el suelo pélvico para que pueda proteger mejor la uretra.

En caso de prolapso de útero, vejiga y recto, entonces, la gimnasia pélvica puede ayudar como tonificante: sería mejor, sin embargo, practicarla antes de que ocurra el prolapso, como forma de prevención.

Incluso durante el embarazo, sería bueno entrenar los músculos pélvicos para que estén más listos y elásticos en el momento del parto. En el caso de la infertilidad, sin embargo, un mayor tono en la zona pélvica puede aumentar la posibilidad de quedar embarazada.

Finalmente, la gimnasia pélvica ayuda a la mujer a tonificar también la zona abdominal, reduciendo la llamada "barriga".

También hay beneficios para los hombres: el suelo pélvico masculino es el que sostiene y regula tanto los genitales como el tracto urinario. Por tanto, el fortalecimiento de estos músculos puede ayudar a su pareja tanto en los problemas de incontinencia como en los problemas sexuales. Desde la disfunción eréctil hasta la eyaculación precoz. , hasta prostatitis.

Gimnasia del suelo pélvico después de la histerectomía

Si te has sometido a una histerectomía, es decir, una operación para extirpar el útero, la gimnasia pélvica jugará un papel muy importante para evitar el riesgo de prolapso, incontinencia urinaria y disfunción sexual, entre las consecuencias más frecuentes de esta operación.

De hecho, parece que el número de mujeres que sufren incontinencia tras una histerectomía se sitúa entre el 25% y el 49%. El fortalecimiento del suelo pélvico se vuelve en estos casos necesario para la salud de la mujer, para su bienestar no solo físico, sino también psicológico, dados los problemas sociales y el estrés que este problema conlleva.

5 ejercicios para problemas de mujeres

Poner en práctica los ejercicios que te proponemos no es difícil, pero requiere coherencia: una vez que hayas aprendido los movimientos, puedes hacerlos en cualquier lugar y ¡simplemente repetirlos durante cinco minutos al día!

1 - Empiece por contraer los músculos alrededor del ano, luego los de la vagina y la uretra, asegurándose de relajar tanto los muslos como las nalgas. Mantenga cada contracción unos 2 segundos y relájese durante otros 2. Repita el ejercicio muchas veces.

2 - El siguiente ejercicio consiste en aumentar el tiempo de contracción, manteniendo los músculos contraídos durante 5 segundos y luego relajándolos durante otros 5. Repite el movimiento unas 10 veces.

3 - Finalmente, puedes intentar contraer los músculos manteniendo la posición el mayor tiempo posible (lo ideal sería alrededor de 1 minuto) Finalmente, retoma el ejercicio anterior y repítelo al final de cada secuencia.

4 - Otro ejercicio que siempre puedes hacer estando acostado es el de levantar la pelvis: dobla las rodillas y separa un poco las piernas, levantando la pelvis tanto como puedas y, al mismo tiempo, contrayendo la musculatura pélvica. Mantenga la posición durante unos segundos, relájese y vuelva con el trasero en el suelo. Repite la secuencia al menos veinte veces.

5 - Un último ejercicio es el que consiste en comenzar desde una posición sentada, con las piernas cruzadas: inhalar y al mismo tiempo contraer los músculos anales como si intentara contener la defecación, finalmente relajar. Repite el movimiento hasta que sientas que puedes controlarlo por completo.

¿Y los hombres? Aquí hay 3 tipos de ejercicios para tu él.

Los ejercicios pélvicos también son muy útiles para los hombres, pero incluso en este caso se necesita consistencia.

1 - Sugiera a su pareja, esposo o familiar que se siente o se acueste en una posición relajada, contraiga el anillo muscular que rodea el ano, sintiendo el movimiento de la musculatura. Alternativamente, puede intentar dejar de orinar mientras orina (¡el ejercicio no debe practicarse más de una vez o podría ser perjudicial!): De esta forma identificará los músculos sobre los que irá a trabajar.

2 - Un ejercicio sencillo pero útil consiste en contraer los músculos antes mencionados (alrededor del ano y la uretra) manteniéndolo durante unos segundos, finalmente relajándolo. El ejercicio debe repetirse unas diez veces, con pausas de unos segundos entre una y otra.

3 - Cuando este primer ejercicio le resulte fácil, puede intentar repetir las contracciones de forma más rápida e intensa, unas diez veces, asegurándose de relajar la musculatura de los glúteos y los muslos.

Para saber si está haciendo el movimiento correcto, puede hacerlo frente al espejo: si es correcto, verá que el escroto se eleva y el pene se retrae mientras sujeta los músculos pélvicos.

+ Mostrar fuentes - Ocultar fuentes Para obtener más información sobre gimnasia pélvica, puede visitar el sitio web de la Clínica Villa Donatello.
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