Padres e hijos separados: 8 reglas para no hacerlos sufrir

Cada pareja pasa por momentos tormentosos, pero no todos salen ilesos. Cuando la separación es el único camino a seguir, tenga en cuenta que la ruptura en sí no es un fracaso o una forma de perder a su otra mitad, sino un momento precioso de introspección personal para redescubrirse a sí mismo. Descubra más consejos sobre cómo superar la crisis de parejas en este útil video Cedemos la palabra a una consultora en sexología.

La experiencia de los hijos de padres separados

La separación es un evento que involucra a toda la familia, no solo a la pareja. Es un período de tensión que involucra a las personas más queridas, incluidos los niños.
Sienten y perciben todo, desde muy pequeños: es probable que ya hayan entendido que se está produciendo un cambio.

Evoluciones que inevitablemente se producirán, tanto desde el punto de vista organizativo como emocional. Las consecuencias para ellos, a diferencia de lo que comúnmente se piensa, no siempre son negativas si la situación se maneja con madurez y respeto por las emociones de los demás.

Cuando mamá y papá se separan, el niño experimenta sentimientos nuevos, incluso fuertes y conflictivos. Pasas del enfado a la tristeza, del miedo a la sensación de abandono en poco tiempo, pero todas son sensaciones fisiológicas por la separación de los padres y pasan una vez que te acostumbras a la situación.

De hecho, se ha estudiado que con el tiempo estas emociones en los niños tienden a desvanecerse, ya que tienen una mejor capacidad de reacción y recuperación que un adulto: los niños sufren como padres, pero son capaces de transmutar esta experiencia traumática en fuerza, demostrando toda su resiliencia.

Sigue el ejemplo de ellos y sigue estas 8 reglas para lidiar con tu ruptura.

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1. Habla con el otro padre y con los niños.

Sin duda, el diálogo está a la cabeza de las dificultades de los padres cuando se está produciendo una separación.
La comunicación sufre, sobre todo al principio, pero es fundamental hacer un esfuerzo por el bien de tus hijos.

De hecho, se sabe que manejar la relación entre madres y padres es importante para asegurar que los niños superen el evento traumático de la mejor manera posible.
En los primeros días se recomienda cortar las emociones: comunicarle a la expareja solo asuntos prácticos y utilizar un espacio "seguro" que minimice el riesgo de hacerte explotar en actitudes inapropiadas. Este es un objetivo que solo se puede lograr después entendiendo que el amor romántico entre ustedes ha llegado a su fin. Una vez alcanzado este objetivo, es aconsejable informar al niño de la situación, y con él también a todo el ámbito de los afectos que estarán involucrados en su manejo.

Tan pronto como se sienta listo, recuerde comunicar su deseo de separarse de su padre en primera persona. Opte por términos simples y reserve un momento para todos, si es posible. Solo así podéis hablar juntos de ello de forma serena: si se toma la decisión, no le mientas, es lo mejor. Dale espacio a sus preguntas y muéstrate presente. Sobre todo, asegúrele que incluso con esta separación no perderá a sus padres.

No es posible predecir su reacción, pero tenga paciencia con sus "por qué" o intente comprender su disposición a guardar silencio hasta que haya procesado toda la información.

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2. No fallar en sus responsabilidades de crianza

En un momento de incertidumbre e incomodidad para el niño, es bueno recuperar su papel de padre de inmediato. Traducido: dejas claro que todo se hizo de tu parte para mantener fuerte la unión, pero que al final la ruptura como pareja fue la mejor decisión.

También aclare al niño que la decisión de separarse es fruto únicamente de los adultos y que él no tiene responsabilidad ni culpa por la situación que ha surgido.
El fin de un amor y una relación como ha sido hasta ahora es obviamente difícil para ti y para el otro, pero el niño siempre está bajo tu cuidado y debe ser protegido. Si es necesario, busca el apoyo de un especialista en dinámica familiar, guía para darle a su hijo nuevas perspectivas.

3. No le pida a sus hijos que elijan

Esta regla está ligada a la anterior, ya que tu actitud como padre hacia el niño debe ser siempre respetuosa. Es impensable que un niño tenga que tomar una decisión de esta magnitud, ¡elegir entre mamá y papá es una tarea imposible para él!
Tendrás que estar, de acuerdo con la expareja, para delinear una nueva rutina; delegarle este deber afectaría su capacidad de vincularse con los demás en el futuro.

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4. Poder tomar decisiones juntos

Nunca desacredite al otro padre a los ojos de los hijos, incluso si no están muy presentes.
Ser víctima con los más pequeños no es un camino viable, ya que no les permite reaccionar con serenidad ante lo que sucede.

En su lugar, opte por centrarse en un proyecto educativo compartido que también incluya al otro padre. Las decisiones, si ha logrado mantenerse en buenos términos, deben tomarse juntas si se refieren a la gestión general del niño. Aquí es donde la educación, la educación, salud ... temas importantes que vale la pena discutir como madre y padre de un niño y no como expareja.
Por otro lado, el tema de la organización ordinaria y cotidiana es diferente, que puede delegarse incluso solo en una figura parental si tiene la custodia exclusiva.

5. Mantener el respeto mutuo

El respeto y la lealtad hacia los niños son conceptos que nunca deben faltar. Si logramos tener este comportamiento hacia ellos, será más fácil para ellos tener respeto también por el otro padre que se ha mudado.

Absolutamente desaconsejado para evitar que se comunique con la otra figura de referencia, aunque sea un momento difícil con el otro, siempre es bueno permanecer anclado al papel de padre y orientar al niño hacia el diálogo más que al resentimiento.

Obviamente, es muy importante que logres mantener el respeto hacia tu ex porque siempre seguirá siendo una persona clave para el chico y estará presente en su vida incluso si la tuya avanza en diferentes direcciones.
Si hay puntos o cuestiones en las que te encuentras en desacuerdo, será bueno hablar de ellos por separado, para aclararte en privado sin la presencia del niño.

El sentimiento de aprecio por el otro progenitor vendrá muy bien en el momento de la separación (o el paso de una figura a otra), uno de los más delicados cuando se trata de dos padres que atraviesan una separación. Para los niños, estos ritos son útiles para comprender si todavía hay colaboración entre ustedes y si realmente pueden confiar en mamá y papá.

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6. Maneje los conflictos evitando episodios agresivos

Separar "bien" es un factor que afecta a largo plazo al correcto desarrollo emocional de los niños: seguramente un niño atraviesa toda la situación crítica y la decisión de los padres de separarse, experimentando sufrimiento y fatiga. Sin embargo, a la larga, los hijos de padres separados siempre han subrayado que la principal fuente de malestar para ellos no era tanto la separación de los padres en sí, sino el conflicto en la familia.

Por tanto, para el equilibrio emocional de los niños es más importante limitar los conflictos y episodios de agresión en su presencia, con menos peleas, ansiedades y malentendidos, el pequeño tiene más espacio para crecer, incluso mentalmente.

7. Cumpla sus promesas y celebremos juntos

Celebrar juntos todos los momentos importantes es una buena práctica para adoptar.
Obviamente, esto puede suceder si ambas partes están contentas. En general es importante para el pequeño que su cumpleaños se celebre juntos, para asegurarle que su madre y su padre no se separan de él.
Si es posible, también es deseable acudir juntos a aquellas ocasiones más institucionales, como entrevistas en el colegio, citas médicas o en todos aquellos momentos en los que intervienen otras figuras importantes en la vida del chico. Los niños nunca deben dejarse solos para tomar decisiones que son los deberes de los padres; trate de cumplir las promesas que les hace a los niños pequeños y mayores.

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8. Respete los plazos para la presentación de nuevos socios.

Las nuevas parejas son para ambos padres un aspecto que tarde o temprano debe tocar en la familia. Hay algunas precauciones que se pueden poner en práctica para facilitar la introducción de estas figuras en la casa y evitar los típicos problemas de relación con 'intrusos'.
Por ejemplo, nunca es buena idea acelerar los tiempos y sobre todo realizar movimientos arriesgados; Es más prudente respetar la explicación del niño sobre la ruptura de la pareja paterna y solo entonces traer a la nueva pareja a casa.

Acuerde con el otro los métodos de presentación más adecuados a los niños y sobre todo cuando llegue el momento, no los presente como futuros padres.
Poner a los padres biológicos en competencia con los suegros no lleva a ninguna parte ... es mejor optar por crear las bases para relaciones concretas y amorosas.

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